Estudio acerca de los jóvenes ovetenses
Hace tan sólo unos meses nos despertamos con un estudio que decía que el 59% de los jóvenes ovetenses no trabajaría por menos de 20.000 euros al año.
Es decir, que no se levantarían de la cama por menos de 1.666 euros mensuales, cuando el salario más habitual en España es de 16.500 euros anuales.
Por lo que la juventud ovetense considera que merece cobrar un 21% más que el currito medio español y más del doble del Salario Mínimo Interprofesional (9.906 euros anuales).
Los chiringuitos de la izquierda asturiana
Paralelamente, hace un par de semanas días se publicó otro “estudio” elaborado por el Consejo de la Juventud de Oviedo, la Asociación Luar y el Concejo de la Juventud del Principado de Asturias.
Tres chiringuitos de la inmensa red que tiene la izquierda asturiana, todos ellos existen gracias a las ingentes subvenciones que reciben.
Según el citado “estudio”, un cuarto de la población joven ha tenido problemas de ansiedad, depresión o trastornos alimentarios y un 27 por ciento no puede costearse servicios, medicamentos o necesidades no cubiertas por la Seguridad Social, pero paradójicamente –según ese mismo “informe”- el 90 por ciento tiene ordenador propio.
Un hecho preocupante
Resulta especialmente preocupante el hecho de que la mitad de estos pobres chicos han tenido que reducir su gasto en ocio (probitinos) y que –según los propios encuestados- un 6 por ciento no puede permitirse comer carne, pescado o equivalente vegetariano al menos tres veces a la semana; por lo que si no comen carne, ni pescado, ni verduras, podemos deducir que estarán alimentándose a base de chuches, bollicaos y demás productos elaborados con grasas saturadas, más caros –por cierto- que los alimentos frescos.
Quizás por eso Asturias sea la región con más obesos de España (25,7%).
Nuestros jóvenes se consideran a sí mismos muy preparados, tanto que más de la mitad creen estar sobre cualificados y eso que el 17 por ciento no acabaron la educación secundaria obligatoria.
Son jóvenes muy preocupados por la sociedad en la que viven y tienen una conciencia social muy fuerte, tanto que el 90 por ciento considera que la sociedad «debe cambiar«, aunque no precisan en qué.
Eso sí, su gran conciencia ética no impide que el 60 por ciento estén dispuestos a trabajar en negro.
Los inadaptados
Según los encuestadores, el 54,7 por ciento declaran estar en integración precaria, vamos, que son unos inadaptados.
No podría ser de otra manera con una juventud que -según los estudios- está tan alejada de la realidad, una juventud que se siente cualificada pero que no lo está y que pretende ganar unos sueldos que nadie les pagará.
Ese porcentaje de inadaptados casi cuadra con el 51,5 por ciento que se posiciona contra el capitalismo, con aquellos que piensan que se merecen más de lo que valen y que la sociedad es injusta porque el maná no cae del cielo y el pan hay que ganárselo “con el sudor de la frente” y no “con el sudor del de enfrente”.
En definitiva hoy abundan supuestos “estudios” como los dos a los que me he referido que carecen de ninguna validez científica, adolecen de rigor de muestreo y estadístico y que lo único que pretenden es servir al discurso ideológico de quien los elabora para agitar la cizaña en la sociedad y sacar rédito político.
Una juventud ahíta que objetivamente disfruta de las mejores condiciones de vida que jamás haya disfrutado ninguna generación de las que la precedieron en toda la historia de la humanidad
JAVIER JOVÉ SANDOVAL (Valladolid, 1971) Licenciado en Derecho, Máster en Asesoría Jurídica de Empresas por el Instituto de Empresa y PDG por la Universidad Oberta de Cataluña, desde el año 2.000 desarrolla su carrera profesional en el sector socio sanitario. Es Socio Fundador del Club de los Viernes y miembro de la Junta Directiva del Círculo de Empresarios, Directivos y Profesionales de Asturias. Actualmente escribe en El Comercio y colabora habitualmente en Onda Cero Asturias y Gestiona Radio Asturias.
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