Gentes bien intencionada
En distintos foros como twitter hay gente muy bien intencionada.
Ante las desigualdades y la pobreza en el mundo, ellos proponen políticas socialistas.
En realidad es algo a priori sencillo: se le quita a quien tiene mucho para dárselo a quien tiene poco y problema resuelto.
Además en no pocas ocasiones citan como problemas el neoliberalismo y el egoísmo propio del ser humano, una libertad y un egoísmo que como no, han de ser corregidos.
Sin embargo, me quiero servir de este artículo para desarrollar algunas de mis conclusiones, ya que en 140 caracteres es difícil explicarlas.
La cooperación
El sistema socialista de cooperación humana, así como la solidaridad socialista ni son cooperación ni solidaridad.
Cooperación y solidaridad son dos atributos que por definición han de ser voluntarios.
Son voluntarios en tanto en cuanto ambas partes (quien da y quien recibe) obtienen idéntica satisfacción.
En el momento en el que una de las partes no obtiene satisfacción pasamos de la cooperación y la solidaridad a la imposición.
El precio justo
Los precios no son justos o injustos, los precios serán caros o baratos en función del que paga.
Ambos juicios son subjetivos, pero mientras el dilema caro/barato se puede objetivar (mínimamente) en función de variables como renta, comparación, etc., lo justo o injusto es el máxime de la subjetividad.
A raíz de la subida en los precios de alquileres surgen voces queriendo legislar el mercado del alquiler.
Ahora bien, ¿porque un piso en el centro de una gran ciudad vale lo que vale? La respuesta es sencilla, hay alguien que está dispuesto a pagarlo.
Legislar los precios, además de ser ineficiente es injusto para aquel que esté dispuesto a pagar más.
La elección de un lugar en el que vivir conlleva unas ventajas y unos inconvenientes, solo hay que comprobar porque vale más el metro cuadrado en Madrid que en Almería.
Las oportunidades que surgen al vivir en Barcelona no las hay viviendo en el Pirineo y por ende, el coste de vivir en Barcelona es mayor.
Los salarios
Hay salarios altos y salarios bajos.
Hay trabajadores como Messi que ganan millones de euros por jugar al futbol y trabajadores como Mamadou que apenas ganan 900 euros al mes por coger tomates.
Aquellos trabajos peor remunerados según la lógica socialista se debe a empresarios explotadores.
Sin embargo, este diagnóstico está equivocado de principio a fin.
Un empresario para empezar, espera unos rendimientos, por debajo de esos rendimientos probablemente cerrará la empresa.
Un peón agrícola gana 40 euros al mes porque los consumidores no estamos dispuestos a pagar 6 euros por un kilo de tomates.
Para dar validez al ejemplo, solo hay que ver los salarios en la construcción.
Cuando estábamos dispuestos a pagar 300K euros por un piso de 80 m2 un albañil tenía un buen sueldo, como ahora estamos dispuestos a pagar un tercio, el sueldo del albañil es bastante menor.
La solución socialista
Batería de leyes y medidas para desligar precio y valor, un error que ya sabemos todos como acaba.
Se trata de una transferencia masiva de rentas y si no hay rentas, impresión de dinero.
Lo que lleva primero a la inflación en el segundo caso y al mercado negro siempre.
Solución liberal
Respeto a los contratos y decisiones individuales.
Cinco millones de españoles creen que Messi gana mucho y el jornalero poco.
En primer lugar, dejar de ir al fútbol y dejar de financiar el sueldo de Messi.
En segundo lugar, comprar más tomates, así el precio subirá.
Si el precio no sube tanto como ellos quisieran, también pueden crear fondos privados para repartirlo entre los jornaleros.
Son cinco millones de consumidores, su decisión influirá en el equilibrio general.
Si no lo hacen, es por pura y simple hipocresía.
Pretenden imponer su decisión sobre todos, pero no están dispuestos a pagar sus consecuencias.
Diplomado en empresariales y master en auditoría de cuentas. Pluriempleado. Almeriense en Madrid. (Ex) jugador de rugby, nunca se sabe cuándo se puede volver.
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