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Entrevista a Daniel Lacalle realizada por nuestro Socio Fundador Diego Barceló en el programa Economía Hoy», de APQ radio
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- ¿Cuál es el hilo conductor de tu nuevo libro “Libertad o igualdad”?
DL: – El hilo conductor es todo este debate sobre la igualdad, el igualitarismo y cómo se está utilizando, por parte de la izquierda, toda una serie de factores, que todos defendemos (la mejora de las oportunidades para todos y que haya progreso) para introducir mucho más intervencionismo y una idea totalitaria de la igualdad. Es un libro que habla de las bondades del capitalismo, de las bondades del sistema de libre mercado y de los peligros de estas promesas de soluciones mágicas.
- ¿El libro se publica en abril, verdad?
DL: -Se publica en abril. El libro se escribió para EE.UU., para que coincidiera con las elecciones norteamericanas, pero lo que he hecho ha sido adaptarlo también para el lector español y de Iberoamérica. Sale primero en inglés y luego en castellano con esas modificaciones, por lo que han terminado siendo dos libros muy diferentes el uno del otro.
- Cuando miras el cuadro macroeconómico de España, ¿qué es lo que más te preocupa?
DL: -Para mí la pérdida de potencial y de oportunidades. Muchas veces escuchamos que los datos no son tan malos o que el crecimiento ha sido mejor que la media de la Unión Europea y ese tipo de cosas, y nos olvidamos de todo el potencial de la economía española que se está perdiendo. Se está perdiendo con una serie de escollos muy importantes al crecimiento. En España no se hace fácil para los creadores de empleo invertir, tomar riesgos para llevar a cabo proyectos importantes y eso es muy triste. Es muy triste porque nosotros no tenemos, como otras economías, el lujo de cometer errores. Tenemos desde hace demasiado tiempo un desempleo muy alto y vamos de errores de intervencionismo a otros errores de mayor intervencionismo.
- Claro, porque el PIB, desde 2015, cada año va creciendo menos. ¿Tu perspectiva es que en 2020 crezca menos que en 2019?
DL: -Es muy probable. Si nosotros vemos, por ejemplo, los factores que llevan a que el PIB crezca de manera robusta, vemos que están en contracción. Por ejemplo, el sector manufacturero, el sector servicios se está debilitando, la inversión en el último trimestre ha sido negativa. Por lo tanto, son muchos factores por los que dices, “¡qué pena!”. Porque ahora mismo, España, en un entorno de incertidumbre en otros países, debería estar diciéndole a los inversores internacionales, a los creadores de empleo y a todos los que quieran crear un proyecto nuestro país, “este es el sitio donde hacerlo”. Pero tenemos un gobierno que parece que tiene una visión casi feudal, con la que consideran que cuando alguien viene a invertir, a crear empleo y a mejorar el progreso a nuestro país, ellos le están haciendo un favor.
- Hay un dato que me ha sorprendido (desde un punto de vista, desde otro no), que es que desde octubre el tesoro portugués se financia más barato que el tesoro español. ¿Qué lectura haces de eso?
DL: -Primero, tenemos en la UE un problema de represión financiera. El BCE está disfrazando el riesgo real de economías y políticas de muchos gobiernos. Tenemos un problema porque muchos gobiernos, incluido el nuestro, se plantean básicamente que la razón por la que las primas de riesgo son bajas es por su fantástica gestión. Eso, en sí mismo, es un error de diagnóstico.
En el caso de Portugal, lo que me parece interesante es cómo un gobierno de coalición de izquierdas se lanza al llevar a cabo reformas que en nuestro país se considerarían casi “ultraliberales”. Han hecho unas reformas muy importantes y si uno dice en el mundo que el gobierno de Portugal ha llevado a cabo una reducción del gasto público, más una mejora de la fiscalidad para el patrimonio, para las empresas, etc., pues nos podríamos quedar sorprendidos si luego dijésemos: ¿saben ustedes qué ideología profesa ese gobierno?
La verdad es que han demostrado conocer muy bien sus debilidades y las pequeñas fortalezas que tenían que poner en marcha para salir del protocolo de déficit excesivo, para salir de la intervención europea. Cualquier persona que viaje hoy a Lisboa y vea el cambio radical que se ha generado, eso viene de llevar a cabo políticas extremadamente liberales por parte de un gobierno de izquierdas. Muy interesante.
- El tema de la “transición energética” (el reemplazo de los combustibles fósiles por energías renovables), tal como lo está encarando el gobierno, ¿lo ves más como una oportunidad de generar actividad y empleo o, más bien, como una amenaza para nuestra competitividad, con todos los problemas que ellos implica?
DL: -Yo lo veo con preocupación porque no se está planteando una transición energética competitiva.
Hay una cosa que me preocupa muchísimo del programa de “transición energética” del gobierno y es que permea en todo el plan una negación de que la competencia, la tecnología y la eficiencia son las respuestas para llevar a cabo una transición energética que a la vez mejore la calidad de vida, el empleo y la industria del país. Es claramente un plan cuyo objetivo es doble. Primero, intervenir en todo lo que se pueda. Segundo, introducir un “Plan E” encubierto, porque para llevar a cabo todo ese enorme cambio en todo lo que tiene que ver con los edificios, etcétera, han elegido el modelo más caro y más intervencionista. Y tercero, y es lo más preocupante, es que esta gente está convencida de que la única solución al problema o a los retos que genera al cambio climático hay que llevarlo a cabo desde la represión fiscal y del ataque al crecimiento de la demanda.
Es francamente tedioso ver que los errores tan brutales que ha cometido Alemania, no solo deciden no subsanarlos, sino que los hacen todavía mayores.
- Imagina que nos están escuchando Pedro Sánchez, María Jesús Montero y Nadia Calviño. ¿Qué les dirías?
DL: -Les diría tres cosas. La primera es que repetir lo que nunca ha funcionado no funciona. La segunda es que la economía no se puede ver al revés. No puedes basar los pilares fundamentales de tu política económica en cosas que son el resultado del progreso, del crecimiento y del empleo, como son la igualdad y la redistribución. No hay redistribución si no hay crecimiento; no hay igualdad si no hay mayor empleo. Y la tercera cosa que les diría es que hay unas excelentes oportunidades de trabajo en el sector privado y que por favor les dejen hacer su trabajo.
Entrevista concedida el 7 de febrero 2020 a @dieBarcelo en su programa semanal «Economía hoy» de radio Economía hoy en APQ radio
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