Podemitas
Han saltado estos días a la palestra las podemitas Rita Maestre y Tania Sánchez para reivindicar el papel de las mujeres en la política.
«No somos novias o exnovias de, ni necesitamos que un hombre nos conduzca», dijeron -curiosamente- durante la presentación de una lista errejonista, para ponerse (la novia de Iñigo Errejón y la ex de Pablo Iglesias) al frente de Podemos Madrid.
Guerra fría en Podemos.
Traigo este asunto a colación porque resulta extraño ver como en las asociaciones políticas sin obligación de listas paritarias -sino que aquellas personas que quieran pertenecer por ejemplo al Club de los Viernes no tienen más que pagar sus 20 euros anuales y ponerse a trabajar- la presencia de mujeres es escasa y no dejo de preguntarme a qué puede ser debido.
Mujeres ejemplares de la historia
Son muchas las mujeres ejemplares del siglo XIX que han pasado a la Historia por su ejemplar lucha (en ocasiones dando la vida) por la causa de la Libertad en España. Todos recordamos a María Pineda, representada en la iconografía posterior al mismo nivel que el Gral. del Riego o que «El Empecinado».
Tras la Guerra de Independencia contra los franceses (me vienen a la memoria las heroicas asturianas Marica Andallón y Joaquina Bobela) pero sobre todo con el Trienio Liberal, se incrementó la participación de las mujeres en cuestiones políticas aunque fueron muchas las trabas para que se integraran como miembros de pleno derecho.
Aún así, muchas alzaron su voz y contribuyeron de manera destacada a la causa liberal.
Rosa María Zamora o María del Carmen Sardi, destacaron por su lucha en la segunda década del siglo XIX y, en la nómina femenina del liberalismo español, siempre son mencionadas mujeres como Margarita López de Morla -con sus tertulias revolucionarias- o Magdalena Fernández de Córdoba que, entre otras cosas, tradujo del francés Des droits et des devoirs du citoyen, de Gabriel de Mably.
El derecho de las mujeres a elegir y ser elegidas llega a España en 1924 con el Gral. Primo de Rivera y fue Concepción Loring en 1927 la primera mujer que habló, como diputada, en el Congreso en España.
Esto lo oculta la izquierda (y la derecha light) porque son los mismos «izquierdistas» que durante la Segunda República se oponían al voto femenino, por su supuesto apoyo a la CEDA.
Los mismos «izquierdistas» que ahora humillan a las mujeres que se desvían del «buen voto», las acosan por dejarse someter por el «heteropatriarcado» y las imponen un «burka ideológico», intentando así ridiculizar el voto de esos millones de españolas sensatas que saben que el comunismo, como el fascismo, es contrario a la libertad del individuo.
Contradicciones de Podemos
Y es que, al contrario de lo que nos quieren hacer creer, Podemos no está desactivado: hay millones de españoles que votan a favor de ese ultra intervencionismo neocomunista que, de imponerse, arruinará a España durante décadas, del mismo modo que ya nos arruinan las políticas socialdemócratas de todos los partidos, en los que sobran trepas y faltan líderes que digan a la ciudadanía lo que ya muchos sabemos: el sistema actual no funciona y hay que hacer profundos cambios avanzando hacia una mayor libertad de los ciudadanos en todos los campos.
La sinopsis del libro El Club de los Viernes de Kate Jacobs dice que se trata de un relato en el que cada viernes, en la tienda de lanas de Georgia Walker, en Manhattan, se reúnen ocho mujeres que, unidas por la pasión del punto, comparten sus amores, traiciones y miedos.
Hay en España todavía demasiadas personas que quisieran que la participación de las mujeres en la vida político-social fuera como el mencionado resumen del libro de Kate Jacobs.
No es nuestro caso.
En esta asociación para la defensa de la libertad -que casualmente hemos llamado «El Club de los Viernes» (CdV) por la «Society which met once a week, for their improvement in useful knowledge and the promoting of truth and Christian charity» creada en su día por John Locke- creemos que todos los ciudadanos (mujeres y hombres) tenemos que defender nuestros derechos y libertades a diario y denunciar los continuos recortes (tibios con la socialdemocracia actual pero que serán radicales con los podemitas) que venimos sufriendo los españoles desde hace años en un Estado omnipresente -incapaz por ejemplo de garantizar las pensiones- que prohíbe a los españoles acceder con comodidad económica -sin el expolio impositivo del Estado- y con libertad, a la mayoría de edad como ciudadanos, en un país que respete las decisiones del individuo sin intromisiones paternalistas.
Conclusiones
El liberalismo español del siglo XXI sólo logrará su revolución si cuenta con el apoyo de todas esas mujeres que sueñan una España mejor para las generaciones venideras. En el CdV tienen las puertas abiertas y su dogtag ya está listo, esperándolas para el desembarco.
PABLO PORTILLA
Especialista Universitario en Dinero y Banca por la UNED y Asesor Financiero y de Productos de Inversión por la ESCA. Articulista ocasional en la prensa regional asturiana, es además Experto Universitario en Heráldica, Genealogía y Nobiliaria y autor de varias biografías para el Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia.
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