Mi respuesta a esta cuestión es que lo único que queda del fascismo en la actualidad es la nostalgia que de él tiene el comunismo. A continuación expondré las nociones básicas que definen a este movimiento político y argumentaré las ideas que sostienen mi respuesta.
El fascismo es, efectivamente un movimiento político y social, cuyo origen se encuentra vinculado directamente con el socialismo, con el que comparte numerosas características. Nació en Italia tras el fin de la Primera Guerra Mundial y su artífice fue Benito Mussolini, quién la puso en práctica creando la organización Fasci Italiani di Combattimento, futuro Partido Nacional Fascista italiano. Tuvo réplicas en otros países, como el régimen nacional socialista alemán o el régimen de la Cruz Flechada en Hungría. Su fin llegaría con la caída del régimen nazi, tras el final de la Segunda Guerra Mundial.
Las características básicas del fascismo son:
- Antiliberalismo
- Anticomunismo
- Anticapitalismo
- Corporativismo
- Culto al líder
- Propaganda desmesurada
- Racismo
- Control del individuo en todos los ámbitos de la vida
- Militarismo
- Nacionalismo y
- Autoritarismo
Una vez acotado el concepto, diremos cuáles son las razones por las que no existe el fascismo hoy en día. Su final llegó concretamente en la tarde del 30 de abril de 1945, cuando Hitler, personificación del fascismo alemán, se suicida y finaliza la batalla de Berlín con la derrota de los nazis y de todos sus aliados, acabando así la Segunda Guerra Mundial.
A partir de ese momento, los partidos fascistas quedaron prohibidos en Alemania, según el artículo 86 de su Código Penal; en Italia, donde en 2017 se endureció la pena por cualquier exaltación al fascismo o reconstrucción del partido fascista; y en Hungría, donde tras la guerra quedaron prohibidos todos los partidos excepto el partido comunista.
A partir de entonces, la historia conoció otros regímenes, que en muchas ocasiones han sido denominados de forma errónea como regímenes fascistas. Algunos ejemplos: el régimen de Francisco Franco, el cual compartía ciertas características con el fascismo, como el nacionalismo, el autoritarismo, el militarismo y el anticomunismo, pero que no puede ser denominado como tal, pues no cumplía con todas sus características esenciales. El peronismo, cuya característica fundamental es el culto al líder. O algunas dictaduras militares en diversos países del mundo. No fueron regímenes fascistas y por ello podemos concluir que tras 1945, el fascismo desapareció para no volver.
La confusión sobre la pervivencia del fascismo en nuestros días no es más que el resultado del discurso de la izquierda y la progresía, quienes se limitan a denominar “fascista” a todos aquellos que se posicionan a la derecha de la socialdemocracia. Podemos encontrar numerosos ejemplos; como designar al conjunto de los partidos de la derecha española como “trifachito”, o condenar al partido Vox, al presidente estadounidense Trump, al presidente brasileño Bolsonaro, o al actual presidente húngaro, Víctor Orban como crueles fascistas.
Dado que el tema que nos ocupa es demostrar si el fascismo sigue vigente, deberíamos hacernos la siguiente pregunta ¿A quién le convendría resucitar al monstruo del fascismo? La respuesta es clara, pues no hay mayor interesado que la izquierda, para justificar su radicalismo y ansias de poder. Afirman con insistencia hacer un permanente acto de heroísmo para protegernos de “la amenaza fascista”.
Si la cuestión es encontrar qué sistemas políticos que a día de hoy guardan más similitudes con el fascismo, no tenemos más que buscar en los regímenes comunistas que todavía perviven. El ejemplo más claro es, desde mi punto de vista, la República Popular Democrática de Corea del Norte, donde se celebran esos desfiles tan parecidos en su estética y su función a los que se celebraban en la Alemania nazi. Características de ese régimen trasnochado son: el culto al líder, el control de la vida de todos y cada uno de los norcoreanos, el autoritarismo, el partido único, el antiliberalismo y anticapitalismo, el descomunal aparato de propaganda, el papel crucial del ejército, la exaltación del nacionalismo y el corporativismo. Estas como recordaremos, son las características que definen a un régimen fascista. Y es que no hay mayor verdad, que aquella que afirma que los extremos opuestos se tocan.
Como reflexión final, una vez que podemos afirmar que el fascismo desapareció con el final de la Segunda Guerra Mundial, lo que si podemos constatar con seguridad es que la otra gran ideología devastadora y asesina del siglo XX, el comunismo, ha sobrevivido hasta nuestros días y sigue siendo el mayor peligro que acecha a la humanidad. El fascismo es un fantasma, pero el comunismo es una realidad, como demostró durante 70 años, sobreviviendo como una gigantesca plaga sobre la faz de la mitad de la Tierra.
El primer franquismo de después del 39 era claramente fascista, sólo fallaba la condición de hipercontrol de las personas. Probablemente porque no querían hacerlo o no tenían los medios en la España rota de post-guerra.
A partir de la caída en desgracia de la Falange, Unificación y sus derivadas, este grupo netamente fascista dejó de tener poder real aunque se mantuvo la estética en muchos Órganismos del Estado. Probablemente para callar a los herederos de «El Ausente»
De sus años de vida el franquismo fue fascista al principio. En cuanto pudo Franco apartó a los de Girón de Velasco , autentica figura de ese movimiento.
Con todas sus sombras, muchas, sus luces apartan al franquismo de la clasificación de fascista.
Pero en un país que » regala» títulos y doctorados es fácil la demagogia y hoy quieren vender fascismo= liberalismo.
Esta es la lucha real, han ganado la batalla del lenguaje…que no ganen ni una más.
La Falange era claramente una organización fascista, aunque tanto en su época como ahora sus partidarios lo intenten negar, cumple con todas o la mayoría de características de un movimiento fascista.
Desde el decreto de Unificación, muchos de sus primeros integrantes sufrieron la persecución del nuevo régimen, y ya en el transcurso de la guerra mundial, personalidades como el «cuñadísimo» Ramón Serrano Suñer (partidario ascerrimo del acercamiento con la Alemania Nazi) se las apartaría del poder; dando inicio al segundo período del franquismo.
Aún así, el hecho de que tanto la Alemania Nazi como la Italia de Mussolini apoyasen desde el principio al bando nacional durante la guerra civil, así como el hecho de que el Generalísimo Franco digese un millón de veces que a él no le interesaba la política (es enserio), da a entender que el único motivo por el cual el fascismo apoyo a Paco en la guerra civil era por su marcado carácter anticomunista (y antisocialista, en general) de su movimiento. Por lo que decir que eran «izquierdistas» me parece a mí bastante osado, a mi parecer.
Como sea, un saludo a todos. Muy buen artículo