La democracia es una dictadura, sin medias tintas ni tapujos, retirando la tirita de un solo tirón, porque a veces la realidad ha de ser mostrada así tal y como es, sin adornos.
Diréis: “Aquí está un anarquista”, “aquí está un comunista”, “la democracia es justicia, es lo que define a nuestra sociedad, mira cómo viven esos países que carecen de democracia, esos sí que viven en dictaduras”.
¿Es esto así? ¿La democracia es libertad, es justa?
La respuesta es NO, un NO rotundo, contundente. A lo largo del tiempo se nos ha vendido la idea de que la democracia es lo mejor que tenemos en nuestra sociedad, un gran invento de los griegos, mas ¿Esto es así? No soy el primero en criticar la democracia y gente más importante que yo ya lo hizo hace mucho tiempo, el mismísimo Platón la criticó duramente y es que Sócrates, su maestro, fue ejecutado por culpa de esta democracia.
¿Qué es la democracia? Se trata de un sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes, es decir, la población votará a unos dirigentes según sus programas, sus ideas y los ganadores impondrán su doctrina. Una parte de la población (aquella cuyos líderes perdieron) deberán vivir sus vidas a merced de los planes de los victoriosos. Visto de esta forma parece que esté describiendo la situación tras el fin de una guerra y no de unas simples elecciones. Se puede argumentar que lo que tendrán que aguantar no será para tanto, unas veces ganan unos y otras otros. Esto puede ser cierto, puede que las diferencias entre los gobernantes sean nimias o por el contrario pueden suponer catástrofes como el ascenso al poder de los nazis, los cuales llegaron al poder “democráticamente” y después aplastaron a los que no pensaban como ellos. Eso es la democracia, de eso trata, una mayoría, legitimada por el sistema electoral correspondiente de cada país, tiene permiso a oprimir a la minoría y decirles cómo vivir sus vidas. Si los ganadores deciden que hay que redistribuir las riquezas deberán redistribuirse aunque esto esté en contra de tus ideales, si la mayoría quiere quitar los medios de producción a unos para dárselo a otros pues a callar, si la mayoría quiere hacer algo que perjudique a otros no te queda otra que aguantar. Es en esta última cuestión donde encontramos otro gran fallo de la democracia: el populismo.
¿Sabéis quiénes temían el populismo sobremanera? Si, así es, pensadores de la talla de Platón. Los griegos temían el populismo. Ahora explicaremos por qué. En la mayoría de sistemas democráticos de la actualidad la población mediante el voto decide a sus gobernantes, pero ¿Están listos estos ciudadanos para elegir cual es la mejor dirección a tomar? ¿Saben que medidas están eligiendo? ¿Tienen los estudios necesarios? La respuesta es un no claro. Ciertamente una parte de la población podrá saber cuáles son buenas propuestas y cuáles no porque estarán formados sobre ello, pero la inmensa mayoría de las personas serán ignorantes sobre las medidas a tomar y serán ignorantes con todo derecho y sin ninguna connotación negativa, pues cada individuo puede enfocarse en saber sobre los temas que le interesen y evidentemente cualquiera es libre de dar su opinión sobre lo que sea. Sin embargo, lo mismo que no elegirías a un economista para que te operase una muela tampoco deberías permitir que una mayoría que desconoce cómo gestionar un país dirija tu vida. Ante esta tesitura, Platón sugiere el gobierno de los filósofos, pues por aquel entonces eran los que estaban cultivados y preparados, solo aquellos que tienen conocimientos deberían dirigir a los demás, es decir, una meritocracia y de cierta manera parece tener sentido ¿No? Si tienes una enfermedad te dejas llevar por el médico, si tienes que poner un aparato vas al dentista, si no se te da bien hacer cuentas vas a un gestor, entonces ya que no sabes cómo llevar un país que se ocupen los que estén preparados…No sé a vosotros pero a mí esto me suena aterrador. En todas las demás situaciones eres tú el que decide si hacer caso o no a los especialistas de cada disciplina, pero si es el gobernante de tu país es el que te dice que tus propiedades han de ser expropiadas o que tus impuestos irán destinados a pagar grandes monopolios, ahí no decides.
Otro de los problemas de la democracia es que no tiene por qué atraer a los mejores pues, como expliqué anteriormente, la mayoría de la población desconoce sobre la gestión de un país. El político no tiene que proponer buenas medidas, simplemente puede dedicarse a decir lo que las personas quieren oír aunque eso provoque grandes males y perjuicios a la población, de ahí el miedo de los griegos al populismo.
Recapitulando un poco, la democracia conlleva grandes problemas. Le das poder de decisión sobre los demás a gente que no está preparada para ello. Esto atrae a gente de la peor calaña, que por hacerse con poder recurren al populismo lo cual puede acabar con un país. Es amoral, pues lo que busca es imponer las formas de una mayoría sobre una minoría, ¿qué pasaría si la mayoría quisiera perseguir a los homosexuales? ¿Discriminar a las mujeres? O ¿Perseguir al diferente? Pasaría que la democracia lo legitimaría, pues es el mandato de los muchos contra los pocos, es la dictadura de la mayoría.
Mi nombre es Iker Coya tengo 21 años y a lo largo de mi corta vida me han interesado muchas cosas, quise estudiar biología, después me interese por la informática y estudie administración de sistemas informáticos en red hasta que descubrí la economía y las ideas de la libertad, empecé a leer sobre ellas por mi cuenta, con el tiempo no solo quería leer sobre dichas teorías sino también enseñárselas a la gente y eso me ha llevado hasta aquí.
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