El AVE como excusa
La visita a Asturias del nuevo Ministro de Fomento ha sido aprovechada por todos los partidos políticos asturianos para reclamar la finalización de la Variante de Pajares.
Más tibio en las críticas ha sido –por obvias razones- el Partido Popular.
Pero es indudable que la llegada del AVE a nuestra región es una de las pocas cuestiones en la que coinciden todos ellos.
Es como si el AVE tuviera unos auténticos poderes taumatúrgicos, mágicos, como si la razón de la postración de la economía asturiana se debiera única y exclusivamente a la falta de dicha infraestructura y una vez inaugurada, el futuro de Asturias quedara definitivamente despejado, abriéndose ante nosotros un tiempo de promisión y abundancia sin fin.
La realidad y las causas
La realidad es sin embargo muy distinta, las razones al estancamiento asturiano no debemos buscarlas en la falta de conexión vía AVE, como antes tampoco había que buscarlas en las pobres comunicaciones con Santander y Galicia o en la escasez de conexiones internacionales del aeropuerto de Ranón.
Las causas están en la clase política de Tercera División que nos ha tocado en suerte –en mala suerte- padecer a quienes residimos en Asturias, una clase política que no ha sabido hacer uso del autogobierno que la Constitución Española y las sucesivas transferencias de competencias les confirieron.
Y en vez de aprovecharlo para crear una sociedad más libre, apostaron por crear la Cuba del Cantábrico, estableciendo una política industrial dirigista, elevando todos los impuestos sobre los que tuvieron competencia y, cuando esto no era suficiente para mantener el escandaloso gasto público, creando de la nada nuevos impuestos autonómicos y un marasmo de regulaciones que impiden la actividad económica.
La clase política asturiana
La clase política asturiana ha utilizado la autonomía para aplicar políticas que han reprimido durante décadas la capacidad de la sociedad para crear riqueza.
Achacar los males que sufre Asturias al retraso en la apertura del AVE o pensar que la apertura del mismo va a mejorar un ápice la competitividad de las empresas asturianas, no es sólo mentira, es una estafa monumental a los asturianos.
Hay quienes siguen anclados a modelos productivos obsoletos, pero en pleno siglo XXI la mentalidad de la gran infraestructura es un anacronismo, estamos en la época en la que las empresas punteras ya no necesitan de grandes nudos de comunicaciones, porque lo que producen son intangibles, bienes y servicios en formatos digitales.
Empantanaron El Musel bajo una enorme bola de deuda que impide su competitividad con una ampliación innecesaria y desorbitada, construyeron una regasificadora superflua y que no respeta las debidas distancias con las viviendas, enterraron millones en la autovía del mar y siguen subvencionando aerolíneas para que unos pocos puedan viajar más barato a Londres y a Ginebra a costa del resto de asturianos.
Los dos records de España
España detenta dos records:
- Ser el país con más kilómetros de AVE por habitante
- Ser también el que cuenta con menos pasajeros por kilómetro de Alta Velocidad en uso, un auténtico fracaso en términos de rentabilidad económica y social.
En la Variante de Pajares ya llevamos gastados 3.300 millones de euros, unos 66.000 euros cada metro, cada zancada, sí, ha leído usted bien, cada metro ha costado -hasta la fecha- 11 millones de pesetas.
El coste viene a equivaler al 85% del presupuesto del Principado de un año, como dejar a los asturianos todo un año sin sanidad y educación.
Países como Irlanda, Estonia o Dinamarca no tienen ni un solo kilómetro y no les va tan mal, Reino Unido tiene una testimonial línea de Alta Velocidad de apenas 100 kilómetros de longitud y tampoco parece que ello les suponga el más mínimo inconveniente.
¿ A quién echarle la culpa ?
El problema de Asturias no es la falta de un AVE, sino tener una clase política incapaz, anclada a modelos que se han demostrado fracasados y que, contando con un gran autogobierno, lo han empleado en restringir la libertad económica, subir los impuestos, crear una mastodóntica Administración y una impenetrable maraña de regulaciones.
Muchos de esos políticos que hoy critican la lentitud o los retrasos en la apertura de la Variante de Pajares, en su fuero interno están deseando que jamás se abra, porque el día que eso suceda ¿a quién echarán la culpa de los males de Asturias?
JAVIER JOVÉ SANDOVAL (Valladolid, 1971) Licenciado en Derecho, Máster en Asesoría Jurídica de Empresas por el Instituto de Empresa y PDG por la Universidad Oberta de Cataluña, desde el año 2.000 desarrolla su carrera profesional en el sector socio sanitario. Es Socio Fundador del Club de los Viernes y miembro de la Junta Directiva del Círculo de Empresarios, Directivos y Profesionales de Asturias. Actualmente escribe en El Comercio y colabora habitualmente en Onda Cero Asturias y Gestiona Radio Asturias.
Deja una respuesta