Tras el 32º congreso del PSOE Asturiano, los socialistas asturianos han decidido, porque si, impulsar desde su partido político la declaración de oficialidad del asturiano. Y lo harán, según sus palabras, mediante “un modelo de aplicación acorde a las circunstancias sociolingüísticas y a las necesidades culturales de Asturias”. Ahora bien, ¿Asturias tiene necesidades culturales? ¿Las conoce usted amable lector? ¿No, verdad?. Y eso es así porque las personas normales, no sujetas a paranoias gubernativo-legislativas, bastante tenemos con intentar planificar y cubrir, desde nuestro humilde punto de vista y con todas nuestras limitaciones, nuestras propias y muy particulares necesidades culturales, incluidas las de nuestros hijos, como para ponernos a elucubrar sobre las hipotéticas necesidades culturales del conjunto de los asturianos.
Solo desde una concepción dictatorial del poder gubernamental, y desde un evidente y patológico complejo de superioridad, se puede pretender planificar las necesidades culturales de todos y cada uno de las personas que administrativamente se hallen bajo un determinado gobierno. Porque, ¿Acaso conoce la ejecutiva socialista a mis hijos? ¿Conoce dicha ejecutiva sus gustos, anhelos, intereses, ilusiones, problemas y necesidades? La respuesta es evidente. Y entonces, ¿Cómo se permiten el lujo de pretender decidir por ellos, por mi, que es lo mejor para ellos en materia lingúistico-cultural? ¿Saben ellos mejor que sus padres, ellos que no los conocen, que lengua deben o quieren estudiar? Porque aquí y ahora, no se está discutiendo sobre la posibilidad de hablar o estudiar Bable, se está discutiendo sobre la futura obligatoriedad de estudiar Bable. ¿O acaso está prohibido hoy en Asturias leer y escribir en Bable? ¿Alguien prohíbe a la población estudiar Bable?
En democracia, un gobierno, un partido político, puede tener ideas equivocadas, puede defender actuaciones económicas más o menos acertadas, puede en definitiva plantear a la sociedad su particular ideología. Pero lo que no puede, o por desgracia más bien no debería poder, es establecer criterios culturales o lingüísticos con el fin de ir implantando progresivamente en la sociedad, por la vía de la educación, su ideología. Porque eso se tiene un nombre: Adoctrinamiento Social.
Y con respecto a las “circunstancias sociolingüísticas”, pues que quieren que les diga, todos sabemos cuáles son a día de hoy en Asturias. En la actualidad existen numerosas academias privadas que se dedican a la enseñanza de lenguas foráneas. Academias donde los padres de forma libre, y pagándolo de su bolsillo, llevan a sus hijos. Y dichas academias existen porque, sin necesidad de actuaciones gubernamentales de por medio, responden a una demanda social evidente. Si existiese una verdadera demanda social para el aprendizaje del Bable, ¿No creen ustedes que existirían ya, hoy, academias privadas de Bable? Pero es evidente que no existen, y no existen por la sencilla razón de que no existe demanda social para ellas.
¿Estoy yo en contra de la enseñanza del Bable? En absoluto. Como tampoco estoy en contra de la enseñanza del Chino mandarín, del Italiano, del Ingles o del Ruso. Pero de lo que estoy completamente en contra es que dicha enseñanza sea obligatoria y financiada con el dinero de todos los ciudadanos. Si un grupo de padres quiere que sus hijos estudien Bable o Ruso, ¿Quién se lo impide? ¿Quién se lo prohíbe?…Nadie que yo sepa. Como nadie les impide que estudien mirmecología o astrología. Ahora bien hay una gran diferencia entre querer que tus
hijos estudien Bable y querer que todos los niños residentes en Asturias estudien de forma obligatoria Bable. Porque el objetivo final de la oficialidad es la implantación forzosa y obligatoria del Bable en la educación, no otro.
Así que señores del PSOE, quiten sus sucias manos de la educación lingúistico-cultural de mis hijos. El hecho de que haya gente que no sabe qué hacer con sus títulos de filología asturiana, no les da derecho a forzar a mis hijos a estudiar algo que no les interesa con el fin de buscarles un cómodo trabajo. Hoy en día en Asturias ya nos fuerzan a elegir entre la opción de que nuestros hijos estudien de forma obligatoria “Bable en les escueles” o “Folclore asturiano”. Confórmense con eso, que bastante arbitrariedad es ya
SERGIO JOSÉ MARQUÉS PRENDES (Gijón, 1972)
Licenciado en Veterinaria por la Universidad de León. Desarrollo de productos de producción animal para el sector privado.
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