Para comenzar pongamos cada cosa en su contexto.
Es difícil o prácticamente imposible encontrar una religión que respete tanto la libertad como lo hace el cristianismo en la inmensa mayoría de sus variantes. Los cristianos debemos trasladar nuestra Fe a los demás, pero también sabemos que la Fe es un don de Dios, nosotros podemos transmitirla al prójimo pero al final es Dios quien la otorga según vea necesario. Es por esto que podemos convivir, sin prejuicios, con gente que no tenga nuestra Fe, o que como es mi caso, dos de mis hermanos, carezcan de ella y no sea una tragedia para toda la familia (como si seria en el judaísmo) o reos de muerte (en el islam), porque sabemos que la Fe es algo que te ofrece Dios y, tu la aceptas, o no, a tu libre albedrío.
Ahora me centro en la razón que me ha hecho escribir este artículo, la futura visita de Pablo Iglesias al Papa. Como católico practicante me hierve la sangre al pensar que mi máximo representante, el Vicario de Dios en la tierra va a reunirse con un tipo que si pudiera nos cerraba las iglesias. O algo peor: nos encerraba a nosotros. Que se va reunir con un tipejo que lleva en su partido gentuza condenada por atentar contra la libertad religiosa, por gritar “¡Arderéis como en el 36!”, que en cuanto pudieron retiraron de una iglesia la placa de conmemoraba a unas monjas y unos seminaristas mártires, que intentan sistemáticamente eliminar el recuerdo de las victimas de su ideología, por que para ellos esa gente nunca debió vivir. Y es a esta gentuza a con quien Francisco se va reunir.
Los católicos vamos a asistir de nuevo al 5º lavado de cara que hacen los comunistas ante el mundo usando al Papa. El 1º fue con San Juan XXIII recibiendo a la hija de Kruchov, el 2º fue la visita de San Juan Pablo II a Cuba, utilizada vilmente por el régimen para limpiar su imagen, y por la cual el Papa pidió perdón y reconoció su error. El 3º es el viaje, de nuevo a Cuba, del Papa Francisco, levantando la ostia consagrada (el Cuerpo de Cristo) con al efigie del Che de fondo y los Castro a su lado, alzando la voz contra la pena de muerte en EEUU. ¡Hay que tenerlos cuadrados! Cualquier cubano firmaría hoy tener una pena de muerte como la de los EEUU, con juicios justos y garantías, no con arbitraje ideológico. El 4º también de Francisco en Cuba, en su reunión con el patriarca ruso, como si Cuba fuera un lugar de ecumenismo o algo así, en vez de una dictadura infecta. El 5º lo viviremos dentro de poco con la visita de Pablemos a Francisco I de Perón. Dios sabe qué pecados cometió Benedicto XVI para que este esperpento bocazas y metomentodo sea su sucesor.
No ustedes pero yo me voy a poner el plan 15-M
¡FRANCISCO I DE PERÓN. NO ME REPRESENTAS!
Técnico en Comercio, Marketing, Administración y Finanzas. Me encanta la historia, especialmente la de la URRSS.
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