Pocos días atrás, la Junta por la Defensa de la Lengua Asturiana (XDLA, por sus siglas en bable), dio a conocer sus cálculos acerca de cuál sería el impacto económico de la Cooficialidad del bable. Según la XDLA, la Cooficialidad aportaría a Asturias más de 10.000 empleos y alrededor del 2% del PIB regional (lo que equivale a unos 500 millones de euros).
Lo primero que cabe aclarar es qué es un empleo. Cuando una empresa contrata a alguien para hacer un trabajo a fin de atender la demanda de un cliente, está creando un empleo y se está creando riqueza. Pero si alguien es contratado para hacer una tarea que nadie necesita, y su salario es pagado total o parcialmente por subsidios, estrictamente no está “empleado”, sino becado o subsidiado.
Es falso que gracias a la Cooficialidad se crearían empleos. Ni 1.000 ni 10.000. A lo sumo, serían 10.000 personas que recibirían un salario pagado por el resto de la sociedad por hacer un trabajo que esa misma sociedad no demanda ni necesita.
Esas 10.000 personas trabajarían en el sector público (traductores, profesores, etc.) o en el sector privado subvencionado (industria cultural, editoriales, etc.). Más allá del empeño que esas personas pusieran en la realización de su trabajo, esos empleos no crearían riqueza. Por el contrario, estarían quitando, vía impuestos, parte de la riqueza que genera la gente que de verdad tiene empleos productivos en Asturias (el sector privado no subvencionado). No hay diferencia entre quienes perciben el “salario social” y quienes cobran un salario por un empleo creado artificialmente al calor de una ley: no crean riqueza, sino que reciben parte de la riqueza generada por otros.
Los propios datos que aporta la XDLA indican que se trataría de empleos de baja productividad, que lastrarían y no impulsarían, el desarrollo económico de la región. Según la XDLA, en la Comunidad Valenciana, la lengua regional aporta un 3% del empleo y un 2,1% del PIB. En el País Vasco, esa aportación es del 6,3% en el caso del empleo y de 4,2% en el del PIB. Si esos empleos tuvieran la misma productividad media de la economía, la aportación, en porcentaje, debería ser igual, tanto para el empleo como para el PIB. Pero la XDLA nos advierte que, en el caso de las lenguas regionales, se necesitan más empleos para generar una misma cantidad de PIB. Es decir, nos anticipa que son empleos de baja productividad, lo que es coherente con el hecho de que son puestos que solo pueden mantenerse por las subvenciones públicas.
Para El Club de los Viernes, las conclusiones de la XDLA son alarmantes, pues implican que el daño económico que provocaría a Asturias la Cooficialidad del bable es peor de lo que imaginábamos. Nosotros suponíamos que la plantilla del sector público crecería no más de un 3% (unas 1.400 personas), pero la XDLA nos habla de una cifra hasta siete veces mayor.
Visto desde un ángulo económico, lo único que garantiza la Cooficialidad es más gasto público y más impuestos para financiarlo. Desde un ángulo laboral, solo garantiza una explosión de puestos improductivos. Desde un punto de vista social y jurídico, garantiza menos libertad y nuevas obligaciones, como mínimo, para alumnos, funcionarios y opositores.
Estas cifras sugieren lo que muchos sospechan: que, en el fondo, el debate en torno a la Cooficialidad no tiene nada que ver con la defensa del patrimonio cultural asturiano, que El Club de los Viernes valora como el que más, sino con el intento solapado de acceder a ayudas y subvenciones, en unos casos, y de impulsar un proyecto nacionalista, en otros.
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