Noticias sobre corrupción
Día sí, día también, desayunamos leyendo noticias sobre corrupción.
Corrupción grande, pequeña, más o menos escandalosa.
Perpetrada en Madrid, Cataluña, Andalucía, por políticos de todos los partidos.
El barómetro del CIS
El caso es que la corrupción está considerada como uno de los problemas más graves a los que nos enfrentamos, o al menos eso es lo que recoge el barómetro del CIS del mes de abril publicado recientemente.
Entre otras cuestiones, esta encuesta muestra en orden de importancia los principales problemas percibidos por los españoles.
Pues bien, en los barómetros publicados a lo largo de los años, los asuntos que aparecen en los puestos de cabeza suelen ser el paro, la corrupción, la economía -o los problemas de índole económico-, los partidos políticos, la sanidad, la educación y las pensiones.
Suele variar el orden, según el periodo en el que se practiquen las encuestas, pero todos están siempre en la parte alta del ranking.
Absolutamente todos los casos de corrupción que llenan páginas en los periódicos implican de una u otra forma a las instituciones, los políticos y al dinero público.
No digo que no existan casos de corrupción en ámbitos estrictamente privados, lo que digo es que un caso de corrupción dentro de una empresa privada, tendría interés sólo para los empleados y accionistas de esa sociedad, y no para el común de los ciudadanos.
Y sobre todo, no implicaría merma en el tesoro público.
Repaso de los casos de corrupción
Sin embargo, hagan un repaso de los casos de corrupción más mediáticos y cómo habría sido el relato de los hechos si cada uno de sus protagonistas sencillamente no hubiera tenido el poder y el acceso al dinero que han tenido.
En un ejercicio de imaginación, reduzcan a la mitad el poder de ayuntamientos, comunidades autónomas o administración general del Estado. ¿Realmente piensan que si su poder no hubiera sido tan grande, el desfalco a las arcas habría sido igual?. Por tanto, mi conclusión es que con un aparato estatal pequeño, con un presupuesto y poderes también pequeños, es seguro que tendríamos una corrupción menor.
El paro, en mi opinión, lo provocan políticas equivocadas y excesivamente intervencionistas del Gobierno y las autonomías.
Desde cualquier prisma mínimamente objetivo, las diferentes administraciones no pueden crear puestos de trabajo sostenibles en el tiempo ni demandados por el mercado, con la excepción del empleo público.
Y, dado que el peso del empleo público ronda ya el 20%, no parece que haya mucho más margen para crecer por ahí. Pero, lo que sí pueden hacer nuestras instituciones es destruir empleo de forma casi ilimitada.
Las cifras de paro en Andalucía
De hecho, si tomamos las cifras de paro en Andalucía en perspectiva histórica, podemos observar que en 1980 era del 17 %.
Las últimas cifras sitúan el desempleo en nuestra comunidad en el entorno del 28 %. Muchos analistas y medios de comunicación comparan nuestro desempleo con el de países del norte de Europa o del resto del mundo. Países lejanos, que, por el hecho de estar donde están, tendemos a incluir su situación geográfica como parte de la explicación de esa diferencia de cifras, aunque sea de forma inconsciente. Por tanto, hagamos el ejercicio de compararnos con territorios cercanos.
El más cercano a Andalucía es Gibraltar. ¿Sabe usted, estimado lector, qué porcentaje de paro se ha registrado en los últimos meses en Gibraltar?, ¡menor al 1 %!.
Por tanto, la ubicación en el mapa la descartamos como causa.
El clima también, puesto que es exactamente igual al de la Línea de la Concepción.
Podríamos buscar más, pero no encontraríamos otras más lógicas y pegadas a la realidad que las políticas aplicadas por los gobiernos en ambos lugares.
Ahí está la diferencia, y no en otro sitio.
Los problemas de índole económico que nos preocupan son muchos y variados.
Últimamente, estamos asistiendo a la creciente cobertura por parte de medios de comunicación acerca del impuesto de sucesiones.
En Andalucía, a medida que la opinión pública conoce los detalles que rodean a este impuesto sobre bienes que ya han pagado impuestos, la indignación aumenta.
Por supuesto que problemas relacionados con nuestra economía pueden existir al margen de lo provocado por estos políticos nuestros, tan aficionados a meternos la mano en el bolsillo.
Pero el impacto que ejercen sobre nuestras finanzas los partidos políticos a través del aparato estatal es tan grande, que pueden llevarnos a la ruina a poco que nos vengan mal dadas.
Pagamos muchos impuestos
Pagamos tantos impuestos, que en muchos casos, el total de la carga impositiva -sumando IRPF, IVA, otros impuestos y tasas diversas- alcanza y supera la mitad de nuestras rentas.
Y qué decir de la sanidad y educación públicas, universales y “gratuitas”. ¿Realmente puede alguien en su sano juicio pensar que no cuestan nada?.
Las partidas presupuestarias destinadas a cualquiera de las dos son astronómicas cuando sumamos las reflejadas en los presupuestos de las comunidades autónomas y las del Estado.
Aun así, podemos ver que tienen a muchos usuarios descontentos con los resultados obtenidos, y con razones objetivas para estarlo.
Nuestros dirigentes deciden que asignaturas y temarios tienen que estudiar nuestros hijos, y si caen enfermos, cuáles de los tratamientos y medicinas disponibles en el mercado sufragará el SAS y cuáles no.
Aquí, otra vez, nos encontramos a merced de los políticos.
El sistema de pensiones
El sistema público de pensiones también nos preocupa.
No es necesario que les recuerde toda la problemática que enfrentamos en este aparatado en un futuro no muy lejano.
Se han escrito ríos de tinta aludiendo a su falta de viabilidad, el envejecimiento de la población, los sablazos a la hucha, etcétera.
Y, ¿cuál es la realidad para el trabajador que ahora se encuentra en activo y le detraen una parte significativa de su salario para pagar al pensionista actual?.
Pues que su sueldo una vez jubilado dependerá, en última instancia, de la voluntad y arbitrariedad de los políticos presentes y futuros.
Que no podrá escoger a qué edad retirarse, ni el sueldo que recibirá, ni en qué condiciones.
Todas estas variables nos vendrán impuestas y no habrá lugar para nuestras preferencias.
Y si ellos decidieran en el futuro que la situación de las arcas públicas no permitiera la cuantía que nos tienen prometida a día de hoy, la bajarán en un porcentaje que sólo ellos pueden decidir, y de nuevo seremos nosotros los perjudicados.
El poder que ejercen los políticos
No me interpreten mal, no hablo de cambiar a políticos de color rojo por los de azul o naranja.
Se trata del inmenso poder que ejercen sobre sus gobernados, y no de las siglas de su partido.
Cuando analizo uno por uno todos estos asuntos, llego a la conclusión que tienen un solo origen, una sola causa.
Todos derivan de la hipertrofia y el excesivo intervencionismo y poder que ejercen las administraciones.
Por tanto, en mi humilde opinión, este gigantesco Estado, con todos sus políticos, comunidades autónomas, ayuntamientos, diputaciones, mancomunidades, y entes de todo tipo, es el mayor de los problemas que enfrentamos los españoles.
Nuestro gran problema.
Coordinador de El Club de los Viernes delegación en Sevilla
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