Me gustaría tener más dinero, he pensado muchas veces en crear un negociete o una empresita. ¿De qué? No tengo ninguna idea que aporte valor a la sociedad. Además sé que es arriesgado y que solo un tercio sobrevive a los 5 años de su creación. Me preocupa perder dinero y más aún dejar deudas ya que responderé con mis bienes presentes y futuros.
Por otra parte, tener que contratar personal es arriesgado, tendré que pagar nóminas y seguridad social aunque no facture suficiente, y si no me convence un empleado, tengo que indemnizarle con una fuerte suma, cosa que creo que mi pequeña empresa no podría soportar. Peor aún si la tengo que cerrar y pedir un préstamo para indemnizar a la plantilla.
La fiscalidad no ayuda, tengo que pagar un IVA aunque mi cliente se declare insolvente, debo pagar un impuesto de sociedades de cerca del 25 al 30 % si gano dinero. Si distribuyo resultados, otro tanto, con lo que en suma hacienda se lleva cerca del 45 % de lo que gana la empresa. Pero si pierde dinero, entonces a compensar si sigue viva. También sé que el sistema judicial hace totalmente incobrable cualquier deuda una vez he llevado a mi cliente al juzgado.
Por tanto creo que arriesgar mis bienes presentes y futuros para que si mi empresa gana, sólo me quede el 50% del beneficio pero si pierde, el 100% de la pérdida es para mí, es exageradamente injusto. Es una pésima relación riesgo beneficio
Pero he tenido una magnífica idea, solución a todas mis necesidades monetarias y sin tener que arriesgar en un negociete, ni pagar plantilla, ni tener impagos ni preocupaciones: que el Estado se haga cargo de todo lo que necesito, que me dé cobijo, alimento, vestir y ocio. Es muy fácil, pues basta con aumentar el impuesto de sociedades y la tributación por dividendos.
Es como no injusto que otros tengan o ganen más que yo, así que en el impuesto de la renta que pague más quien más gana y habrá que aumentar el de patrimonio.
Por otro lado, a fin de darme más seguridad, que también se dificulte el despido y se aumenten las cuotas de la seguridad social a cargo del empresario. El Estado podrá con ello aumentar las prestaciones por desempleo y las pensiones. De esta forma, con el salario que dispongo en mi actual empleo podré vivir como un marqués y si me despiden, pues no pasa nada ya que tengo derecho a una fuerte indemnización y a paro.
Mejor aún, prohibamos el despido y nacionalicémoslo todo. Al ser todo del estado, todos seremos funcionarios y empresarios. Los salarios iguales para todos, salarios de empresario, independientemente del valor que cada uno aporte. Acabemos de paso con el paro: redistribuyamos la jornada laboral entre todos sin recortar salarios, de esta forma tendré más vacaciones.
Si todos los demócratas nos ponemos de acuerdo votando al partido adecuado, aquel que esté de acuerdo con mis absurdas ideas, que es el único demócrata, pues los otros son casta o son fascistas, todos conseguiremos a la vez calidad de vida de funcionario con salarios de empresario de éxito. Eso sí que es progreso.
Dedicado con todo mi cariño a aquellos que sabiendo lo injusto del sistema se levantan temprano arriesgándose para crear valor pero se acuestan pensando si el cliente les pagará, como pagarán mañana las nóminas, los impuestos y los préstamos de la empresa.
Diplomado en Ciencias Empresariales,
máster en mercados bursátiles y derivados financieros por la Uned. Pequeño empresario.