El estado
El Estado va siempre de bueno, no desarregla nada y lo que hace es por el bien de la sociedad.
Después de 35 años de raka-raka sobre que necesitamos un Estado protector es muy difícil cambiar la mentalidad estatista de la sociedad.
Pues bien, aquí van unos casos en que creo que el Estado perjudica a los ciudadanos.
Las pensiones
El primero se refiere a las pensiones.
El sistema de pensiones mixto
Pienso que el mejor sistema es el mixto, el que se aplica en los países anglosajones (ojalá copiásemos muchas cosas de ellos) de forma obligatoria.
Se combinan dos tipos de cotización y posterior prestación: el de reparto y el de capitalización.
En el de reparto es el Estado (Seguridad Social) el que se encarga de recaudar un porcentaje sobre las rentas salariales y empresariales.
No es un porcentaje alto por lo que la posterior pensión ronda para todo el mundo un importe medio de 1.200 €, suficiente para vivir decentemente.
Después está el de capitalización, que también es obligatorio.
En este, cada ciudadano elige qué entidad privada (bancos. aseguradoras, fondos..) recauda, gestiona y paga la posterior prestación.
Aquí el cotizante es propietario de una cuenta de cotización y es el responsable de hacer un seguimiento de la misma.
En España es obligatorio el sistema de reparto.
El sistema de pensiones de reparto en España
La Seguridad Social se nutre de las cotizaciones de los trabajadores (ese impuesto al empleo del 29,9% que paga el empresario y el 6,35% que aporta el propio empleado).
Todo va a un fondo común que se reparte en un futuro a los pensionistas en la cuantía que marque sus años de cotización y base reguladora y a partir del 1 de enero de 2019 la esperanza de vida.
A partir de ahí cada ciudadano de forma voluntaria contrata con una entidad financiera la gestión de su plan de pensiones privado (capitalización).
Los progres socialdemócratas no admiten para España el sistema mixto.
Estiman que el de reparto es el más justo, el que garantiza más igualdad y protege mejor a las personas.
El sistema de capitalización
Naturalmente el de capitalización es invento del capitalismo para dar negocio a las entidades privadas que engañan a los ciudadanos con los manejos de los mercados y altas comisiones.
Viene esto a cuento porque el 30 de noviembre del pasado año la ministra de empleo Fátima Báñez, anunció la jubilación anticipada para los policías municipales.
O el plus demográfico que se empezará a pagar a las mujeres de hasta 2.688 euros con dos a más hijos que se jubilen a partir del uno de enero de 2016.
También la bonificación generalizada de ciertos contratos de 500 euros durante cuatro años.
No entro a juzgar la conveniencia de estas medidas tomadas poco antes de las elecciones generales.
Lo que sí veo mal es que estas decisiones políticas afecten la sostenibilidad del sistema de pensiones.
Creo que las medidas de solidaridad y apoyo tienen que ir a cargo de los presupuestos generales del Estado, es decir de los impuestos, para no dejar el dinero de los trabajadores y sus jubilaciones al albur de los políticos de turno.
Estas arbitrariedades un plan de pensiones privado no lo hace.
Lo hace el estado y naturalmente no pasa nada.
Las condiciones laborales
El segundo es cuando el Estado ayuda a disminuir los salarios y las condiciones laborales.
Me refiero a los contratos de obras y servicios que adjudican las Administraciones Públicas.
Generalmente se concede al que presentó la oferta más baja, que suelen estar un 40% más bajo que el precio fijado.
Hace años se adjudicaba al que estaba en la media, o se expulsaba a los que estaban fuera de los porcentajes que marca la baja temeraria.
Ahora no, es a la oferta más baja, sea cual sea.
Esto deriva a que la empresa contratista pague pocos sueldos, se contrate a los trabajadores solo cuando hay carga de trabajo, por días o semanas, esto no es baladí, ya que afecta a muchos trabajadores.
Naturalmente se culpa a las empresas de explotadoras y poco humanas sin saber que es el Estado quien ocasiona esto.
Adjudican a la oferta más económica para ahorrarse dinero y poder contratar a los suyos en la función pública.
Las listas de espera en la sanidad pública
El tercero tiene que ver con las listas de espera para hacerse una prueba médica o una operación quirúrgica.
El periodo medio es de unos seis meses, lo que obliga a muchos ciudadanos a contratar un seguro privado de salud pagado de su bolsillo, además del pago obligatorio que realiza mediante las cotizaciones al Sistema Nacional de Salud.
Imaginen ustedes las protestas, movilizaciones que habría si una empresa privada de salud retrase las pruebas u operaciones seis meses.
Pero es el Estado, pues se le perdona.
Es que es tan protector………
JOSÉ CLEMENTE FERNÁNDEZ GONZÁLEZ
Economista. Experto en Contabilidad e impuestos.