Este marzo hemos conocido la noticia de que Hacienda investigará a 200.000 vendedores por Internet en su lucha contra el fraude, esto es: productos por ebay, joyas, muebles viejos, servicios, etc. Según dicen es para aflorar el negocio oculto que proporcionan las redes, se trata de aquellos que compran y venden un determinado tipo de objetos o servicios, de forma sistemática, como si fuera parte de su actividad habitual. Buscan a vendedores de ebay, amazon, clasificados etc. Aquellos que no se dan de alta por que las ganancias no son suficientes.
En mi reducido entorno, conozco a varios que iniciaron su actividad en la clandestinidad fiscal y laboral. Desde hace algunos años ya están legales. Son los que sobrevivieron. Se trata de personas normales que ante la falta de oportunidades laborales se han tenido que reinventar. Personas sin herencia,
patrimonio, subvención o favor político: sin padrinos. Son los embriones de las futuras empresas y perseguirles es como abortar para luego llorar por que faltan niños.
Cuando alguien sin medios ni padrinos inicia una nueva actividad económica, tiene primero la incertidumbre de los ingresos y sólo superada es cuando se legaliza, no antes. Así la ilegalidad de la empresa no es por la firme voluntad del empresario de defraudar sino que es respuesta al alto coste que supone estar legal y que actúa de barrera de entrada. Sólo superado este coste, se registra. Que alguien que se dedique a trapichear por internet, pueda llegar a ganarse mil euritos como mucho, no es negocio, es subsistencia, la cual no puede darse de forma legal:
Cuando un negociante compra artículos usados para revender, los compra a particulares, quienes no emiten factura. Entonces, las rentas atribuidas serán el 100% de la reventa. Sobre esta se aplicará un IRPF del 20% en el modelo 131. A estos 200 euros sumemos 250 de autónomo y 150 del gestor. Son 600 euros al mes de gasto para unos ingresos de mil. Nuestro protoemprendedor, currándoselo, sobrevivirá con 400 euros si lo que revendió le costó cero. Para él, ser ilegal no es una opción pues está obligado a ello. Exactamente igual que los manteros.
No es igual en todo el mundo ni en toda Europa: En el ranking mundial de los 400 mayores vendedores de ebay 2015, los primeros puestos los encabezan británicos, alemanes, norteamericanos y chinos. Son personas que empezaron trapicheando en ebay y lo han convertido en un negocio serio y legal, tanto que los primeros de la lista facturan cada uno más de 16 millones de euros al año. ¿Por qué no hay franceses ni portugueses ni griegos ni italianos ni españoles? El único español está en el número 167. ¿Por qué? Pues porque no lo vio Hacienda y creció. Ahora es legal.
Aquí les dejo el ranking de los 30 principales ebayers británicos. Observen su facturación media mensual y díganme si es o no un negocio serio. Sepan, Sres. de Hacienda, que todos ellos dicen que empezaron trapicheando y ahora están legales, generando empleo y tributando, pero no en España, en otros países, donde les dejaron crecer.
Si en otros países, incluso alguno tan intervencionista como China, es posible la aparición de nuevos modelos de negocio y en España no, algo desde las instituciones se está haciendo mal: repartirse el capital de la empresa antes de que lo gane. La necedad de la Agencia Tributaria principalmente y de otras administraciones, proporciona el caldo de cultivo para la falta de emprendimiento y la consecuencia es: juventud desmotivada, pobreza y paro.
Así, mientras otros países lideran el ranking de jóvenes millonarios gracias a Internet, y otros que sin ser millonarios se ganan la vida, nuestra desmotivada juventud con una tasa de paro del 50% sólo puede ser líder en aquello que nuestra administración le deja: botellón y píldora del día después.
Me pregunto, ¿por qué no copiar la legislación de los países que han triunfado como Reino Unido o Alemania en lugar de continuar en el grupo de los decadentes junto a Francia, Portugal, Italia y Grecia?
¿Por qué no crear una licencia fiscal de “empresa en formación o protoempresa”? Su única declaración sería la renta anual, sin presentaciones trimestrales. Con un epígrafe genérico que no le limite a un determinado producto o servicio. Donde no sea obligatorio ser autónomo y sea compatible con ser asalariado y con el cobro por desempleo.
Así estos trapicheadores entrarían dentro de la legalidad tributando, pasando a ser respetables protoempresarios, e incluso creando empleo.
Por mi parte cada día tengo más claro que en España, la única empresa que nos dejan crear es un Bar, y aprovecho para advertirle que tenga usted cuidado cuando venda su viejo comedor, no vaya a ser que sin padrinos, acabe en la lista de grandes defraudadores.
Diplomado en Ciencias Empresariales,
máster en mercados bursátiles y derivados financieros por la Uned. Pequeño empresario.
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