Historia de un despropósito de la partitocracia
Todo empezó con la Ley 26/1990, de 20 de diciembre, por la que se establecen en la Seguridad Social prestaciones no contributivas. Más tarde, en febrero de 1994, al entonces Ministro de Economía, Pedro Solbes, lo dejó el Presidente González, con los gluteos al aire después de que el primero afirmase que en en 2020 la Seguridad Social entraría en quiebra y que aconsejaba que nos hiciesemos planes de pensiones. Eso sí, siendo lo consecuente con esa afirmación, devolver la parte proporcional de las cotizaciones satisfechas y no empleadas en contingencias comunes y en accidentes y enfermedades profesionales, para que nos pudiésemos hacer los planes de pensiones que sugería el ministro, hemos tenido que soportarlos que trabajamos soportar dos tipos de cuotas las obligatorias y las voluntarias, pero estas últimas detrayéndolas de nuestros ahorros.
Por si fuera poco, están los mas de dos millones de niños abortados desde la primera ley de aborto de 1985, que no tendrían ningún derecho, porque les ha faltado el primero de los derechos fundamentales: el derecho a la vida. Otras dos leyes, la de 1985 de Felipe González, y la de 2010 de Interrupción Voluntaria del Embarazo, (¡menudo eufemismo para un genocidio!) de Rodríguez Zapatero de inspiración socialista. Todos esos abortos se han blanqueado con el beneplácito del Tribunal Prostitucional,(perdón quise decir Constitucional), que lleva la friolera de casi diez años sin que se pronuncie sobre el recurso de Inconstitucionalidad, planteado en su momento por el Partido Popular. ¡Ni se pronunciará!, porque si lo hace no podría decir otra cosa que una ley de plazos que le da la mayoría de edad para abortar a los menores, siendo la edad constitucional la de dieciocho años y además sin requerir el consentimiento paterno, es una gota que desborda el vaso de la flagrante violación del artículo 15 de la Carta Magna, pero es que además, sería una carga de profundidad en el “consenso progre”, y afectaría a una modificación espuria de la Constitución como fué la Ley 15/2005, de 8 de julio, por la que una ley, que no era Orgánica, atacaba de raíz la interpretación del artículo 32, también de un derecho fundamental como era el derecho de hombre y mujer a contraer matrimonio, y así se bastardeaba mediante una modificación del Código Cívil, la Constitución. Otro “logro” socialista más, y así lo han vendido, sin que se haya mencionado el ataque a nuestro sistema de fuentes normativo, que por ende va contra toda nuestra pirámide normativa y nuestra arquitectura constitucional.
El Pacto de Toledo a pesar de todas las señales de humo desde 1994,no se reunió jamás para abordar la reforma del sistema público de pensiones. Hemos estado diez meses sin formar gobierno desde 2015, hemos sufrido dos elecciones desde 2016, y dicen que vamos a unas terceras, (aunque Sánchez lo niegue), razón de más para temer o esperanzarnos con una nueva convocatoria electoral, que va a ser más bien que no se va a producir, pues al final el monstruo echará a andar, para desgracia de España. Y la culpa de este desaguisado, de este despropósito, no solo es del PSOE, aunque si su principal muñidor, pero ni PP, ni C´s, ni Podemos, ni si me apuran VOX, han sido capaces de no ya de afrontar con urgencia un problema estructural y de calado, sino incluso de mencionarlo en las sucesivas campañas electorales. Gastamos miles de millones en elecciones para hablar del pasado, de Franco, y toda clase de tonterías, pero como diría mi paisano Don Benito Pérez- Galdós, no arreglarán ni uno sólo de los problemas de este país.
Gastamos miles de millones al año en mantener unas comunidades autónomas ruinosas, además de diputaciones provinciales, cabildos, ayuntamientos y toda clase de organismos autónomos superfluos e ineficientes, empresas públicas, asesores, vehículos oficiales, etc. Mientras tanto diputados tan laboriosos como Gabriel Rufián y otros acumulan cotizaciones cualificadas y privilegiadas, y también senadores, y diputados autonómicos, presidentes y consejeros, y aún así ya
en 2015 y 2016, el PSOE tuvo la inmensa desfachatez y caradura de enarbolar la bandera de las pensiones. ¿Qué hizo Mariano Rajoy mientras tuvo mayoría absoluta? ¿Qué ha ha hecho Podemos o Unidas Podemos? ¿Qué hizo Rivera mientras fue Presidente de su partido? ¿Qué ha hecho Casado? ¿Qué han hecho los nacionalistas, aparte de destrozar y poner la mano para sus taifas? La respuesta es la nada más absoluta, la desidia más cruel, la inoperancia mas ineficiente, el desdén mas absolutista de unos oligarcas, pagados de sí mismos, y sin respeto alguno para sus representados y para unos ciudadanos que no quieren ser tratados como súbditos.
Por el contrario, Chile en la década de los ochenta transformó sus sistema de cotizaciones a la Seguridad Social por un sistema de capitalización, que ha funcionado bien hasta ahora. Y digo hasta ahora porque el Chavismo narcoterrorista de inspiración castrista y del régimen de los Ayatollah quiere derrocar uno de los pocos ejemplos de democracia que ha funcionado en el cono Sur.
Así nos va, desocupado lector, paciente cotizante, sufrido contribuyente, así nos va.
funcionario actualmente adscrito a la Administración de Tributos Cedidos de Santa Cruz de Tenerife, dentro del organigrama de la Agencia tributaria Canaria.
Ha desempeñado diferentes puestos a lo largo de su vida profesional: profesor titular del área de Formación Empresarial en la Escuela Profesional Salesiana San Juan Bosco de la Laguna, gestor administrativo, asesor Jurídico al servicio de Prestaciones en la Consejería de Sanidad de Canarias y varios puestos de funiconario superior.
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