[PUBLICADO EN NAVARRA CONFIDENCIAL EL 28 DE FEBRERO DE 2018]
«»»Con la “inestimable” ayuda de la izquierda radical, social-comunista, marxista y bolchevique cada vez que es necesario, las diversas fuerzas nacionalistas periféricas tratan de aprovechar cuantos medios sean necesarios para cercenar la libertad de los hispanohablantes.
Da igual que hablemos de Cataluña y las Vascongadas, de víctimas de expansionismos de “euskaldunización” (Navarra) o “pancatalanización” (Comunidad Valenciana e Islas Baleares) o de masas “asturtzale-bablistas”. El hispanohablante se siente desamparado por culpa de la clase política, aunque arropado gracias a los esfuerzos de la sociedad civil.
No hay libertad curricular así como tampoco posibilidad de elegir la lengua vehicular que se desee, no pareciendo más eficaces algunas de las “soluciones” puestas sobre la mesa (me refiero al llamado “trilingüismo” o “plurilingüismo”). Ahora bien, algunos tratan de anular este argumentario especulando sobre la caída en contradicciones.
Descaradamente, nos recriminan el no denunciar una supuesta imposición del español en esas zonas donde no hay ningún gobierno que aplique políticas nacionalistas (pongamos como ejemplo centros educativos de la histórica región de Castilla, de Andalucía o de Extremadura) cuando no consta ningún ápice de discriminación hacia el que no habla nuestra lengua.»»»
ÁNGEL MANUEL GARCÍA CARMONA (Retamal de Llerena, Badajoz, 1996)
Estudiante del Grado en Ingeniería Informática en la UDIMA. Anglo, franco y estonioparlante. Liberal-conservador. Aficionado a la fotografía y a la programación.
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