Algunos se asombraron con los escándalos de UGT y CCOO referidos a los cursos de formación en Andalucía. ¿Pero es un problema de los sindicatos? ¿Es un problema de Andalucía? ¿Son cuatro golfos? ¿O es un sistema corrupto hasta la médula donde el único que pierde es el trabajador? Esto es lo que voy a intentar responder en este artículo.
Les pongo en antecedentes, yo he tenido la suerte, o desgracia de trabajar en un empresa que gestiona Cursos de Formación. Suerte porque he podio ver como funciona ese sistema, desgracia porque me fui escandalizado y hastiado.
Voy a intentar explicarles como funciona esto. En primer lugar sepan que las empresas tienen asignados unos créditos para la formación. Estos créditos se obtienen al sustraer de la nómina de los trabajadores y de los beneficios de la empresa la parte correspondiente de “Formación Profesional” con un mínimo de 420€ de crédito. Estos créditos se utilizan para hacer “Formación Bonificada”, es decir que la empresa X paga a la empresa Y con esos créditos y a cambio recibe rebajas en las cotizaciones sociales y por el camino cobra comisión todo el que pase por ahí.
Tras este pequeño resumen paso a explicarles el proceso. Atentos que no tiene desperdicio. La empresa X usa sus créditos para realizar “Formación Bonificada”. Puede contratar con una empresa privada o con un sindicato, realmente da igual porque todos deben pasar por la Fundación Tripartita, compuesta por el “eje del mal”: Seguridad Social , Patronal y Sindicatos. Todo pasa por aquí, puede escoger una empresa privada pero da igual porque estos tres cobrarán siempre. En fin la empresa X contrata con la empresa Y a través de su asesoría (es lo normal) la cual tiene, en general de espaldas a su cliente, un convenio con una entidad organizadora de Cursos de Formación (esta es la empresa Y), la empresa Y, que suelen ser empresas grandes, subcontrata con una Gestora de Cursos (siempre y cuando el cliente no sea muy grande, vamos a suponer que no lo es) y esta pone el marcha el curso que suele ir seguido de una serie de e-mails con un contenido parecido al siguiente (esto me ha pasado a mi, es verídico) :
“Es posible que el trabajador no pueda realizar el curso, quizá ni sepa que está dado de alta, así que tendréis que obrar magia.”
De esto no es que lleguen ni uno ni dos, yo recibí cientos en los cinco meses que trabajé allí. “Obrar Magia” consiste en que la empresa Gestora, abría 3 o 4 navegadores en 3 o 4 ordenadores y se pone a ver temario y a consumir tiempo para 12 alumnos simultáneamente. Luego envía la documentación como si nada y a cobrar de la nómina del trabajador vía “Cotización por Formación Profesional” . Es aquí donde empieza el reparto de comisiones, todo el mundo gana, la empresa X reduce cotizaciones y la empresa Y cobra el curso, la Gestora cobra comisión, la Tripartita cobra otra comisión y el asesor de la empresa X cobra otra comisión. ¿Y el que lo paga todo? ¿y el trabajador? Pues a ese le han quitado parte de su salario para que todos los demás se lo repartan bajo el paraguas de la Justicia Social y el manto de la Seguridad Social.
Así que ya sabéis, cuando veáis en vuestras nóminas la retención por Formación Profesional pensad: “Joder que solidario y que progre soy”. Ya podéis dormir tranquilos.
Técnico en Comercio, Marketing, Administración y Finanzas. Me encanta la historia, especialmente la de la URRSS.