Al final resulta que Churruca no agredió a los policías, sino que les hizo la “Cobra de Bisbal”.
Los nueve del jovellanos
A raíz de la sentencia absolutoria de los Nueve del Jovellanos, que refiere dudas sobre su participación en la agresión, puede pensar usted que la justicia tolera la violencia, pero le recomiendo que no trate de imitarlos.
Le recomiendo que no participe en concentraciones que resulten en agresiones a agentes de la autoridad y menos aun que permita que le graben o fotografíen agrediéndoles.
No organice tampoco un sabotaje en el domicilio del fiscal asignado para impedir que asista a la vista.
Si no me hace caso tiene pocas posibilidades de resultar absuelto, pero ¿quién sabe?, “cosas veredes amigo Sancho”.
La imparcialidad judicial
La casualidad, que no la imparcialidad judicial, de la que no dudo, ha hecho que la sentencia absolutoria coincida con que entre los progresistas encausados estuviera el diputado electo de Podemos D. Enrique López, así como un histórico dirigente de Izquierda Unida, D. Jesús Montes Estrada.
Casualmente coincida también con progresistas manifestaciones callejeras previas al dictamen judicial o concentraciones frente al Tribunal Superior de Justicia.
Como es igualmente casual, que el ponente de la sentencia, pertenezca a la Asociación de Jueces Para la Democracia, caracterizada por su carácter progresista y gran apoyo entre los partidos de izquierdas.
Las casualidades progresistas
Pero repito, son todas casualidades progresistas, y en ningún caso imite a los Nueve del Jovellanos, porque como bien decía el ponente de la Sentencia, el Ilustrísimo Magistrado Jose Ignacio Perez Villamil, en entrevista concedida a una revista de Izquierdas en octubre de 2013, “la clase política goza de privilegios inaceptables y no todos somos iguales ante la ley”.
Entrevista realizada,- oh casualidad -, por D. Daniel Ripa, progresista diputado de Podemos y compañero de bancada del ahora absuelto.
No dudo de la imparcialidad de Su Señoría, pese a las casualidades, que no causalidades, progresistas del proceso.
Pero me cuesta creer que los agentes de la autoridad hayan sido agredidos por palomas en busca de migas, se hayan golpeado mutuamente por error, hayan sido agredidos por el público asistente a la actuación o por los artistas boicoteados.
Penas por la agresión a un agente
De lo que no hay duda, es que los encausados estaban allí, en calidad de líderes de una protesta que provocó la interrupción de la actuación que boicotearon y donde los agentes resultaron lesionados, se insultó y escupió a los asistentes, como declaró la Directora del Teatro Jovellanos, a la que traslado todo mi apoyo, ahora que los agitadores que encabezaban el tumulto, piden su dimisión, por decir con valentía lo que sucedió.
Me cuesta creer también que los agentes hayan preconfigurado el acta del atestado, con tal capacidad premonitoria, que horas antes del altercado supieran quienes aparecerían en las imágenes de la agresión aportadas al procedimiento.
Como saben muchos esforzados abogados penalistas, las penas por la agresión a un agente de la autoridad son difícilmente soslayables para el vulgo, pero ya sabe que los privilegios, o las casualidades progresistas, son para los políticos, no para usted sufrido lector.
Y si además, como apunta la abogada de los policías agredidos, se aportan imágenes de los hechos, prueba ratificada por el Juez de Instrucción, la absolución para la plebe se torna casi milagrosa.
El Tribunal Superior de Justicia de Asturias
La Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, debe cumplirse una vez firme, pues así funciona el estado de derecho, y todo ello pese a que a los satisfechos anti – Jovellanistas no les guste respetar otras leyes o sentencias.
Los mismos que pretenden imponer su libertad de expresión, a costa de impedir la de los demás.
Los mismos que promueven la derogación de la “Ley Mordaza”, sin haberla leído, pero que amordazan o agreden a todo aquel que se expresa de forma diferente.
No sé si triunfa la justicia, lo que es evidente es que triunfa la violencia organizada, porque la hubo, se alimenta la impunidad de los violentos, se anima a los escraches, se menoscaba la autoridad de los cuerpos de seguridad del estado, los únicos que, en democracia, tienen otorgado el ejercicio de la fuerza, para que los demás podamos disfrutar pacíficamente nuestros derechos sin miedo a matones totalitarios.
Condenar la violencia y defender la libertad
Y no es casualidad que resoluciones tibias en condenar la violencia resulten en manifestaciones fascistas como Rodea El Congreso, se impida una charla de Felipe Gonzalez por los hijos de la impunidad, niñatos sin oficio ni beneficio que parasitan el sistema que critican.
Como resultaron impunes, inicialmente, aquéllos que impidieron con violencia el acceso de los diputados al Parlamento de Cataluña, en una disparatada sentencia de la Audiencia Nacional que tuvo que corregir posteriormente el Tribunal Supremo.
Con toda seguridad, la imparcialidad judicial habría resultado, en base a los mismos hechos acreditados y mismos defectos procesales, en la absolución de un grupo de extrema derecha que hubiera boicoteado un acto de Podemos.
¿Usted qué opina?
Sanciones a la violencia
En fin, esperemos que los tribunales, como nos tienen acostumbrados, sancionen la violencia y a los violentos sin distinción, sin extremar el garantismo procesal de los criminales en perjuicio de las víctimas, pues de lo contrario, se pone en peligro la pacífica convivencia.
No debemos olvidar que la violencia es difícil de contener y sencilla de propagar, no es algo exclusivo de la extrema izquierda totalitaria, sino, lamentablemente, una de las capacidades del ser humano más extendidas y que menos instrucción requiere, así que por el bien de todos, mantengámosla a raya.
Licenciado en Ciencias Económicas, Licenciado en Derecho, Postgrado en Finanzas por la Universidad de Wisconsin. Trabajó en Morgan Stanley, como director de empresas participadas de importante family office. Autor de publicaciones relacionadas con el mundo financiero. Actualmente es socio fundador y mayoritario de despacho de abogados con sedes en Asturias y Valladolid cuya especialidad son las reestructuraciones empresariales.
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