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Desde el mismo momento en el que se les habló a los hombres de la existencia del paraíso surgió el concepto del infierno – o quizás fuera al revés- pero lo importante es que la existencia de uno no se entiende sin la existencia del otro. Y aunque ambos conceptos han estado siempre presentes en nuestra cultura, el infierno siempre ha superado al paraíso en fascinación, logrando cautivar las mentes de los hombres, que han sentido una mayor atracción por pintar, esculpir y escribir sobre el temible averno.
Extraña, pues, que no haya sucedido lo mismo cuando nuestros vecinos franceses cometieron el error de traducir Tax Haven (refugio fiscal) por Paraíso Fiscal –Tax Heaven-, posibilitando que el equívoco también provocara el nacimiento del concepto de infierno fiscal para referirse a nuestra zona tributaria e inspirando multitud de obras cuyos temas giraran sobre el infierno que entraña ser un contribuyente aquí. Pero no. El fallo de traducción no fue ningún detonante para una escalada de críticas sobre nuestro sistema tributario. No obstante, independientemente de la decepción en este sentido, sí me gustaría destacar lo inspirada que resultó de todas maneras la confusión, ya que ambas traducciones encajan perfectamente en la misma idea; Y es que un lugar donde no se pague a Hacienda bien podría catalogarse de refugio o de paraíso.
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Pequeño empresario. Estudiante de economía. Apasionado de la Historia y la difusión del liberalismo. Miembro de la junta directiva del Club de los Viernes.
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