Construcción de viviendas públicas
Hace unos días hemos tenido conocimiento de la adjudicación por parte del Principado de Asturias de la construcción de 40 viviendas públicas destinadas a alquiler, cuya edificación costará 3,4 millones de euros a los asturianos y que se sumarán a las 9.323 viviendas que ya posee el gobierno regional.
De esta manera, el gobierno de Javier Fernández se apunta nuevamente a la fiebre del ladrillo que tantos disgustos ha costado a los españoles.
La memoria es muy corta
Parece que la memoria de los políticos es muy corta.
No más de siete años han tardado en olvidar las causas de la crisis que aún sufrimos: burbuja inmobiliaria, elevado gasto público y tasas artificialmente bajas de los tipos de interés.
Esta fiebre gastadora e inmobiliaria del gobierno de Javier Fernández es especialmente paradójica teniendo en cuenta que en Asturias hay aun sin vender 11.500 viviendas y que, según todos los informes, no digerirá todo el parque excedentario hasta –por lo menos- 2023.
Por lo que, al margen de otras consideraciones, no parece que exista una necesidad de viviendas no cubierta por el mercado que obligue a actuar a los poderes públicos.
Extremadura y Asturias las regiones con más vivienda pública
Pero lo cierto es que ya llueve sobre mojado, ya que Asturias es la región española con más vivienda pública por cada mil habitantes, sólo por detrás de Extremadura.
Ambas regiones a la cola de España y no precisamente por casualidad, sino por adoptar erróneas y dañinas políticas como ésta.
Como era de esperar, ese exceso de vivienda disponible ha tirado el precio del alquiler a la baja, demostrando una vez más la vigencia de la ley de la oferta y de la demanda.
El precio del alquiler en Asturias
Según un estudio publicado recientemente, el precio del alquiler en Asturias ha caído un 27,7% en los últimos diez años, bajando de los 8,65 euros el metro cuadrado a 6,25.
Lo que viene a confirmar la total falta de necesidad de la construcción de nueva vivienda pública y de destinar dinero del contribuyente a satisfacer una necesidad que ya está perfectamente cubierta por el mercado y sin coste alguno para el erario público, ni para las familias asturianas.
Esta interferencia del Gobierno socialista no sólo supone un gasto inútil y baldío, sino que está ocasionando un gran daño a los propietarios de viviendas que ven cómo el Principado juega a promotor inmobiliario con el dinero de todos los asturianos, ejerciendo una competencia desleal frente a quienes tienen sus ahorros invertidos en inmuebles y quienes tienen que atender cada mes el recibo de la hipoteca de un piso vacío.
Creará otros problemas
En definitiva, esta medida no sólo no va a solucionar ningún problema, sino que creará otros.
Que el Principado siga apostando por el ladrillo nos demuestra su falta de imaginación para afrontar los desafíos de Asturias, su incapacidad para aprender las lecciones de la crisis y un empecinamiento irresponsable al repetir los errores del pasado.
Un gobierno que vive anclado, no ya en el 2.000 y la burbuja inmobiliaria, sino en las políticas franquistas de la postguerra.
Al menos, entonces teníamos un país devastado y en ruinas, hoy tenemos casas vacías.
JAVIER JOVÉ SANDOVAL (Valladolid, 1971) Licenciado en Derecho, Máster en Asesoría Jurídica de Empresas por el Instituto de Empresa y PDG por la Universidad Oberta de Cataluña, desde el año 2.000 desarrolla su carrera profesional en el sector socio sanitario. Es Socio Fundador del Club de los Viernes y miembro de la Junta Directiva del Círculo de Empresarios, Directivos y Profesionales de Asturias. Actualmente escribe en El Comercio y colabora habitualmente en Onda Cero Asturias y Gestiona Radio Asturias.
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