Crónica breve de una pifia larga.
El 20 diciembre Sánchez se baja los pantalones ante Torra.
El 17 enero tertulian vice-presidentes con testigas: ¿Qué hacemos con Cataluña? Y, como saben que no pueden hacer nada, deciden montar dos comisiones formadas por amiguetes comunes.
Ya sabemos que cuando no se quiere o no se puede hacer algo, se monta una comisión. Aquí se montan dos una porque no se puede y otra porque no se quiere; pero hay que simular que se hace mucho.
Mientras tanto se han cargado la democracia española, porque ponen a decidir sobre España a dos gobiernos iguales que están para gobernar, no para comisionar. Y ponen a particulares amiguetes de los dos partidos para sustituir al Parlamento y al Senado. ¡¡Genial!! Muy democrático.
Simultáneamente, ¡oh casualidad!, se “impuestan” nuevos y mayores “imponentes” para pagar a tantos comisionados y a Cataluña. En este caso no hay trampa, el money por delante. Así se transforma en lícito y bendecido el complot “democrático” de tener al zorro guardando las gallinas y al lobo cuidando las ovejas.
La cuadratura del círculo es un juego de niños comparado con los juegos de Sánchez. Juegos que pagamos todos los españoles hoy más que ayer y mañana más que hoy, para que siga jugando (contra nosotros).
Drociano
Psicólogo y pedagogo
Deja una respuesta