Pensamiento de un liberal en 1855: “Desamorticemos, país nuevo. Caminos carreteros, ferrocarriles, puertos, faros, canales de riego y de navegación. Serán propietarios de tierras muchos que hoy no lo son, aumentará fabulosamente el número de familias acomodadas, los dueños de algo lo serán de mucho y los poseedores de la nada, poseerán algo. ¿Qué es esta España más que un hospicio suelto? Esas nubes de abogadillos que viven de la nómina pública, las clases burocráticas y aun los militares, ¿qué son más que turbas de hospicianos? El Estado no es más que un inmenso asilo. Pues bien, digo yo, vendamos la mano muerta, hagamos miles de hacendados nuevos….., a los pocos años tendremos agricultura, industria, y la mitad por lo menos de los hospicianos que forman la nación dejarán de serlo. Digan lo que digan, el español sabe trabajar. No le faltan aptitudes, sino suelo, herramientas, estímulo y mercado que les compre lo que producen. España va a dejar de ser pobre e ignorante.
El país nombramiento de Pascual Madoz como ministro de hacienda el 21 de enero de 1855 fue muy bien acogido por las clases menos favorecidas porque apoyaba la desamortización de los bienes civiles y eclesiásticos. Empero, se ganó con ello la enemistad de la Iglesia y de los políticos más conservadores, que se resistían al cumplimiento del concordato de 1851. El 1 de mayo de 1855 fue aprobado el proyecto de ley por las Cortes. Los beneficios de la medida se destinaron a sanear las arcas del Estado y a fomentar las obras públicas. Un mes después Madoz dimitía de su cargo con la satisfacción de haber llevado a cabo un gran plan para el desarrollo del país. Su misión había concluido.
Se declaraba la venta de todos los predios rústicos y urbanos, censos y foros pertenecientes al Estado, al clero, órdenes militares, cofradías y obras pías, los bienes de don Carlos de Borbón, los de instrucción y beneficencia y los comunes de los pueblos.
La desamortización de Madoz fue ejecutada con mayor control que la de Mendizábal (1836). Alcanzó un mayor volumen de ventas y se realizó con gran rigor. Pese a los múltiples cambios de gobierno y a quedar paralizada en alguna ocasión. El Estado ingresó 7.856 millones de reales entre 1855 y 1895, dinero que se dedicó a cubrir el déficit presupuestario, a amortizar deuda pública y a obras públicas relacionadas con el transporte y la educación. Del total se reservaron 30 millones de reales al año para el mantenimiento de las Iglesias.
La desamortización se hizo en el bienio progresista 1854-1856, con Espartero en la presidencia y O’Donnell como ministro de la Guerra. En 1857 asumió el gobierno el conservador Narvaez, que se opuso a la desamortización, duró en el gobierno solo unos meses. Le sustituyeron los conservadores Armero y Astúriz. El 30 de junio O’Donnell , que había creado Unión Liberal, volvió a jurar el cargo de Jefe de Gobierno con la ayuda de José Posada, que asumió el cargo de ministro de Gobernación.
Unión Liberal fue un partido creado en septiembre de 1854 por O’Donnell para aunar los intereses de moderados y progresistas, con el fin de configurar el centro político del momento, formado por desertores de los dos partidos tradicionales. Su ideario quiso hacer compatible la defensa del orden y la libertad, pero carecía de programa propio y un cuerpo doctrinal original. Pertenecieron a la UL conservadores y progresistas como Martínez de la Rosa, Alejandro Mon, Francisco Serrano Domínguez, Juan Prim, Manuel Silvela o Antonio Cánovas del Castillo. El gobierno de la UL duró hasta el 17 de enero de 1863 y se convirtió en el más estable desde el reinado de Fernando VII. Continuó la política desamortizadora, se hicieron grandes inversiones en obras públicas, se aprobó la Ley Hipotecaria, se llevó a cabo la reforma administrativa. Sin embargo no consiguió acabar con la corrupción política. En 1861 muchos de los miembros de UL decidieron abandonar el partido por discrepancias con O’Donnell, al que acusaban de abandonar los ideales. El 27 de febrero de 1863 presentó su dimisión y fue sustituido por el marqués de Miraflores.
Pensamiento de un liberal en 2016: “Pido que se forme un verdadero Partido Liberal moderno, que defienda una sociedad abierta, de bajos impuestos y meritocrática. Que luche para que en el sistema educativo se preconice un poco, por lo menos un poco, la importancia del esfuerzo, la competencia, el mérito y menos el paternalismo asistencialista del Estado. Que disminuya la hipertrofiada estructura política del Estado, reflejada en autonomías, diputaciones, entes y Organismos públicos, observatorios, fundaciones opacas, que hacen que el reparto de dos euros nos cueste uno. Que el Estado no intervenga en economía y se limite a vigilar que se cumplan las leyes del mercado.”
Creo que la historia se repite …
JOSÉ CLEMENTE FERNÁNDEZ GONZÁLEZ
Economista. Experto en Contabilidad e impuestos.
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