• Twitter se ha convertido en un campo de batalla entre el feminismo desbocado y supremacista y quienes defienden la igualdad ante la ley de hombres y mujeres.
• El Club de los Viernes lanzó el hashtag #8MYoNoVoy.
• El hashtag #8MYoNoVoy fue tendencia en España durante 6 horas y 40 minutos (Fuente).
Con ocasión de la celebración del Día Internacional de la Mujer Twitter se ha convertido en un campo de batalla entre el feminismo desbocado y supremacista y quienes defienden la igualdad ante la ley de hombres y mujeres, una batalla que, en esta ocasión, se decantó a favor de los segundos pese a la arrolladora campaña oficial de los organismos internacionales y de los medios de comunicación, que como suele ser habitual, quienes hacen alarde un despliegue abrumador de recursos para tratar de monopolizar el discurso y acallar cualquier crítica a la dictadura de la corrección política.
Para confrontar el discurso único del feminazismo institucional, El Club de los Viernes lanzó el hashtag #8MYoNoVoy, el cual fue secundado por múltiples organizaciones de la sociedad civil y por decenas de miles de tuiteros críticos con la apropiación de dicho Día Internacional por el feminismo extremo que postula la superiodad legal de la mujer sobre el varón, condenando a éstos a la condición de ciudadano de segunda clase y a la mujer la concibe como discapacitado e incapaz de valerse por sí misma, motivo por el cual requiere de la tutela del Estado.
El hashtag #8MYoNoVoy fue tendedencia en España durante 6 horas y 40 minutos y consiguió el respaldo de más de 151.000 personas.
A continuación reproducimos un par de tweets de muestra que reflejan los mensajes contrarios al feminismo supremacista y que fueron desplegados en medio del fragor de la batalla tuitera:
El Club de los Viernes considera que remplazar el machismo por su antónimo es lo mismo pero de signo opuesto. El feminismo es al varón lo que el machismo es a la mujer. Afortunadamente hace muchas décadas que se logró la igualdad legal real entre ambos sexos y el feminismo se ha convertido en una herramienta del neomarxismo para promover en la sociedad la confrontación que la lucha de clases ya no es capaz de despertar.
El feminismo ha evolucionado hasta convertirse en un movimiento religioso y anti-ilustrado que reniega de la biología y de la ciencia, que poco a poco va devorando a sus propios hijos, como hemos visto recientemente con la expulsión del Partido Feminista de la coalición comunista Izquierda Unida por no plegarse a los postulados de la ideología de género que niega la existencia del sexo mismo.
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