FASES POR LA QUE PASA UN PAÍS EN SU DESARROLLO
Cuando un país comienza a progresas pasa por varias fases:
1.- Una primera basada, impulsada, por los FACTORES DE PRODUCCIÓN:
La disponibilidad de recursos naturales y su uso, permiten crear puestos de trabajo y mejorar las exportaciones, pero con una tecnología muy básica, y pilotada a veces por multinacionales extranjeras. Suele ser una fase efímera, y es independiente del nivel de desarrollo del país, pues se da tanto en Canadá o Australia como Arabia Saudí o Iraq.
2.- Una vez acumulo capital y recursos en la fase anterior, y mejorada la reputación, se entra en una segunda fase conocida como de INVERSIÓN:
Donde la nación empieza a invertir en todos los sectores empresariales y levantan grandes industrias de acero, naval, automoción, textil, construcción, etc., para lo cual necesita ingentes recursos financieros, conseguidos muchas veces a través del Estado y sus entidades financieras o garantías. Es algo ligado al prestigio nacional, pero que puede llevar a grandes fracasos, pues no todos los proyectos prosperaran y las deudas hay que pagarlas, además de dejar sin financiación al resto de sectores económicos.
La falta de recursos internos, lleva incluso a que parte de esta financiación tenga que ser buscada en mercados internacionales y divisas convertibles, con el riesgo aparejado que conlleva.
3.- Cuando el país ha consolidado una fase industrial, se entra en una nueva fase desarrollo llamada de INNOVACIÓN:
Implica un cambio cualitativo importante, y al cual no llegan muchos países que se quedan en la fase 2. Implica una mejora de calidad sustancial en la mano de obra, educación, productividad, costes, adaptación de los productos a nuevos segmentos y mercados extranjeros, y sobre todo una filosofía de cambio y adaptación permanente en el mundo de hoy. Para los empleados, y Japón es un caso paradigmático, significa seguridad de están con un líder y nuevos oportunidades laborales dentro de la empresa en los campos de actividad y productos que se vayan creando.
Los productos y servicios son cada vez más sofisticados y refinados, adaptados al cliente, lo que les permitirá abrirse con facilitad al mercado global.
El papel del Gobierno en esta etapa esta en acompañar a las empresas, no mediante subvenciones, sino desgravaciones y ayudas en laboratorios públicos, pero nunca inmiscuyéndose en el desarrollo de productos, ni bajando al detalle. Igualmente debe realizar un esfuerzo importante en adaptar el sistema educativo, tanto básico, universitario y de formación profesional a las necesidades de las empresas, tanto adaptando los programas formativos, los niveles de exigencia, como las prácticas empresariales.
No toda la I+D es reciente. En otras épocas como el XIX en Inglaterra o XX en Alemania, hubo países que apostaron claramente por ella y no les fue mal, pero por diferentes circunstancias nacionales, se quedaron estancados o incluso retrocedieron, una prueba más de lo dinámico del proceso.
4.- La última fase de desarrollo de las naciones, y diríase la más delicada se llama de RIQUEZA:
El país es opulento, la riqueza se vuelve miedosa, conservadora, y prefiere las inversiones financieras seguras a las industriales con riesgo. El nivel de esfuerzo y los valores de la sociedad se vuelven acomodaticios, se valora más el bienestar y ocio que el trabajo, y esto marca el comienzo de un declive.
Sorprendentemente muchas naciones han y están intentando entrar en esta fase de conservación del statu quo y reparto, incluso antes de hacer pasado por esa fase previa de innovación, critica para que el país sea realmente productivo, este salto de la industrialización a la riqueza es precipitado y abocado al fracaso.
En esta fase el Estado se ve abrumado por las demandas de numerosos colectivos sociales, que demandan protección y calidad de vida, e igualdad entre los ciudadanos, pues ellos también votan y quieren participar activamente de este bienestar, incluso aunque no hayan contribuido a generarlo. Todos estos gastos se graban a fuego en el Presupuesto público, hasta el punto que cuando el nivel de riqueza empieza a descender, pues es muy difícil prescindir de ellos, generando una espiral de deuda y déficit que no hace más que agravar el problema y el declive a largo plazo, pues secuestra el ahorro acumulado y expulsa del mercado de capitales otras inversiones, además de incrementar la presión fiscal para financiarlo, perjudicando gravemente varios puntos del “Diamante” de la competitividad nacional.
Licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad complutense y Cunef.
Licenciado en Economia Internacional por la Universidad Complutense.
Trabajo como inspector y asesor de inversiones y director de los departamentos internacionales de ABN , Caja Duero y Cajas España, asi como consultor del Icex . Actualmente dirige la consultora Vector, especializada en información, comercio, financiación e inversiones internacionales.
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