El desalojo relámpago e inesperado del Partido Popular del Gobierno del Reino de España ha dejado a la formación fuera de juego, descolocada. Y aunque es difícil sacar conclusiones positivas de un hecho tan objetivamente negativo para cualquier formación política, lo cierto es que abre una ventana de oportunidad para la ansiada renovación y reconstrucción del Partido Popular. Renovación y reorientación que no habría sido posible con un Rajoy aún presidiendo el Gobierno pues, en dicho caso, o habría decido continuar liderando el partido una legislatura más u organizado una transición ordenada en el liderato del PP, es decir, una transición sin oponentes y sin debate interno. O sea, que la alternativa oscilaba entre la continuidad del “rajoyismo” en la persona del propio Rajoy o en de la persona por él designada. Gracias a la moción de censura tendrá lugar el ansiado congreso extraordinario, en el que por fin podrán concurrir diferentes candidatos con propuestas distintas y los afiliados elegir entre una variedad de alternativas. Este debate interno, y la pugna entre varios candidatos, harán aflorar el debate ideológico que Mariano Rajoy ha estado eludiendo y que han llevado al partido a la indefinición total y la consecuente asunción de los postulados del adversario.
Hay tres candidatables destacados: Feijóo, Sáenz de Santamaría y Cospedal. Los dos primeros representan la continuidad rajoyil: indefinición ideológica, tecnocracia burocrática y ausencia de convicciones políticas. Los dos generan profunda desconfianza. Feijóo ha llevado a cabo una limpieza lingüística del español en la Administración Autonómica y juguetea con los mitos nacionalistas de Breogán. Sáenz de Santamaría tiene auténtica obsesión por el poder por el poder, el poder como fin en sí mismo y a cualquier precio. Y la tercera, Cospedal, es la que quizás tenga un perfil ideológico más definido y por lo tanto más predecible y fiel a los valores tradicionales del Partido Popular, además de contar con el positivo bagaje –aunque breve- de la presidencia de la Comunidad Castellano Manchega, durante la cual llevó a cabo un importantísimo recorte del gasto gubernamental. Los tres son rostros de sobra conocidos, pero precisamente por eso no representan la renovación que todo el mundo está esperando del Partido Popular. Los tres llevan años en primera fila de la vida política y, por lo tanto, traen experiencia, pero también piedras en la mochila. Precisamente por lo ya apuntado, los dos primeros son una amenaza para Ciudadanos y la tercera posiblemente acabaría con las escasas opciones de VOX.
Pero la verdadera renovación vendría de alguna candidatura refrescante y novedosa, que realmente supusiera un cambio de caras y trajera nuevos aires al Partido Popular. Una candidatura que reformulara al lenguaje actual los viejos principios de siempre: libertad económica, derecho de propiedad, unidad de España, respeto a la tradición y una firme resolución de no contentarse con tratar de mantener las posiciones, sino con la ambición de recuperar los retrocesos que en todos esos ámbitos se han producido en la última década y cuya primera medida debiera ser una gran “ley derogatoria” que acabara de una vez con el legado político de Zapatero. Para este reto ya ha amagado con postularse José Ramón Bauzá, expresidente de Baleares. Pero tampoco estarían mal el desparpajo, el remango y la contundencia de una Isabel Bonig. O quien sabe, una candidatura de ambos al alimón. En cualquier caso, bienvenido sea el debate y la libre concurrencia de candidatos, aunque haya sido a tan alto precio.
JAVIER JOVÉ SANDOVAL (Valladolid, 1971) Licenciado en Derecho, Máster en Asesoría Jurídica de Empresas por el Instituto de Empresa y PDG por la Universidad Oberta de Cataluña, desde el año 2.000 desarrolla su carrera profesional en el sector socio sanitario. Es Socio Fundador del Club de los Viernes y miembro de la Junta Directiva del Círculo de Empresarios, Directivos y Profesionales de Asturias. Actualmente escribe en El Comercio y colabora habitualmente en Onda Cero Asturias y Gestiona Radio Asturias.
Deja una respuesta