Hace unas semanas publicaba D. Francisco José Contreras, Catedrático de Derecho de la Universidad de Sevilla, su opúsculo Una Defensa del Liberalismo Conservador, perteneciente a la colección Cristianismo y Economía de Mercado de Unión Editorial, coordinada por el Centro Diego de Covarrubias. En dicha publicación, Contreras realiza una defensa del Liberalismo Conservador atacando a los Libertarios atomistas y relativistas del P-Lib, demostrando como los grandes pensadores del Liberalismo Clásico – Locke, Montesquieau y Smith- eran pro familia y pro virtudes republicanas, poniendo a EEUU como ejemplo de nación liberal conservadora por antonomasia, analizando el artículo Porque no soy conservador de Friedrich Hayek explicando que el conservadurismo al que se refiere Hayek era un conservadurismo decimonónico iliberal, etc. Indubitablemente, una obra agradable de leer – la leí en una tarde-noche- didáctica y en la que se hace apología de unas ideas y valores con los que yo comulgo.
Sin embargo, me gustaría, desde mi humilde e ignorante opinión, hacer un pequeño matiz al concepto de Libertarianismo que expone el señor Contreras en su opúsculo. El autor, ataca a los libertarios como Juan Ramón Rallo en el caso español, que creen que la libertad es un fin en sí mismo y no un medio factible y deseable para una sociedad mejor como defendemos tanto el autor como yo. Esos libertarios están a favor del aborto, la ideología de género, el separatismo nacionalista-periférico, las fronteras totalmente abiertas, el consumo sin restricciones de distintas drogas duras, etc. Menosprecian lo bueno de la tradición, la herencia cultural judeocristiana y grecolatina de nuestra civilización, e incluso se niegan a defender la Civilización Occidental de sus enemigos externos (islamismo, sobre todo). La definición más correcta para este tipo de pensamiento sería marxistas culturales que se han percatado de que el mercado funciona.
Este tipo de Libertarianismo atomista y materialista nace en los Estados Unidos en la década de los 60 y tiene como campeona a la filósofa rusa Ayn Rand. El pensamiento de esta señora destaca por atacar valores judeocristianos como el altruismo –que es un gran mecanismo de cohesión entre la comunidad- ensalzando, por el contrario, el egoísmo. Para Rand, cualquier persona religiosa es, per se, imbécil, y sustituye la cruz por el símbolo del dólar -$- creando una especie de secta alrededor de su pensamiento. De este movimiento, nacerá el Partido Libertario de los Estados Unidos, que se adhiere a la nefasta –a los datos empíricos me remito- Revolución Sexual y se alía con los movimientos de izquierdas en contra de la Guerra de Vietnam, abandonando así la guerra contra el comunismo. Por este partido ha pasado gente decente como Ron Paul o Austin Petersen que han acabado retornando al GOP . El Partido Libertario fusionó los postulados económicos de la Escuela Austríaca de Economía con el marxismo cultural postsesentayochista. Apenas queda un pequeño debate sobre el aborto que, por desgracia, están ganando los favorables a él.
La rama del Libertarianismo de la que hemos estado hablando ahora es la llamada popularmente como liberprogre. Por el contrario, existe otra rama conservadora del Libertarianismo, de la que el señor Contreras no hace ninguna alusión, que bebe directamente de la tradición paleoconservadora u Old Right de los Estados Unidos. Pero antes de hablar de este tipo de libertarianismo, es menester hablar de lo que es el paleoconservadurismo o mutatis mutandis Old Right. Procedamos, pues:
En EEUU, la derecha conservadora siempre había sido aislacionista en política exterior y recelosa del Big Goverment en política interior. Tras la Gran Depresión –provocada por la Reserva Federal, por cierto- los republicanos y los agraristas demócratas del Sur crearon en el Senado la Coalición Conservadora para intentar frenar las políticas socialdemócratas del New Deal. El líder de esta coalición era el senador por Ohio, Robert Thaft, aislacionista y defensor de un gobierno pequeño con poca burocracia, presupuestos equilibrados e impuestos bajos. Fijémonos hasta donde llegaba su nivel de aislacionismo en que hasta que los japoneses no bombardearon Pearl Harbor el 7 de Diciembre de 1941, se negaba a dar cualquier ayuda material a los aliados. En las primarias republicanas de 1952, se desarrolló la gran batalla de la derecha norteamericana que se dividió entre los oldrighters aislacionistas anti New Deal del Medio Oeste liderados por Robert Thaft, y los newrighters intervencionistas en política exterior y pro New Deal, liderados por Dwight Eisenhower. Como ustedes sabrán, venció el laureado general de la Segunda Guerra Mundial y su vicepresidente –y futuro presidente- Richard Nixon dijo así: Ahora, todos somos Keynesianos. Pues eso.
La rama conservadora de Thaft quedó bastante marginada – y, aún hoy lo sigue- , y sus herederos ideológicos son los llamados Paleoconservadores – en contraposición con los neoconservadores- y están repartidos entre el GOP y otros partidos minoritarios como el Partido Constitucional de América. Sin embargo, de esa base paleocon surgió el Paleolibertarianismo, que mezcla la tradición paleoconservadora con los postulados de la Escuela Austríaca de Economía –sobre todo de Ludwing Von Mises y de Murray Rothbard-. Defienden la importancia de la tradición y la religión para lograr a un ciudadano virtuoso en libertad, son pro vida y pro familia, son aislacionistas en política exterior –critican la política exterior norteamericana que se viene dando desde el fin de la Segunda Guerra Mundial-, defienden el Estado Mínimo –algunos son incluso anarcocapitalistas-, la supresión del Impuesto sobre la Renta, piden la eliminación de la Reserva Federal y la vuelta al Patrón Oro, están a favor de los mercados libres – al contrario del leve proteccionismo de los palecon- etc. Los paleolibertarios más destacados son Ron Paul, su hijo Rand Paul, Leck Rowell, Thomas Woods, y destacan organizaciones como el Mises Institute. La mayoría de estos libertarios militan en el Partido Republicano.
Antes de finalizar, me gustaría aclarar que no me adhiero al Paleolibertarismo a pesar de estar de acuerdo en bastantes cosas con ellos. Pienso que EEUU debe tener un papel importante en el mundo –sin caer en guerras innecesarias- por lo que me acerco más al liberalconservadurismo de William Buckley Jr. –del que hablaré en otro post-, Barry Goldwater y Ronald Reagan.
P.D. También me gustaría reiterar mis felicitaciones a D. Francisco José Contreras. Es una obra que recomiendo a todos los que aman la libertad.
Estudiante. Liberal Clásico, Hayekiano y apasionado de
la Historia.
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