Los salarios mínimos
En mis clases de Economía Política dedico varias horas para explicar a los alumnos porqué los salarios mínimos y sus aumentos no se traducen en mejores condiciones de vida y mayores salarios reales, pero sí pueden sacar del mercado laboral a los menos capacitados y reducir la oferta de empleo en las microempresas, que son la mayoría.
Justificación política
Aunque muchos economistas entienden la inutilidad de los salarios mínimos para aumentar salarios reales, los justifican políticamente para apoyar las promesas de sus candidatos.
Los salarios mínimos más que reducir la pobreza generan desempleo y atizan la inflación, al generar un aumento en cadena de salarios a muchos niveles, que algunos llaman el “efecto faro”, pues se convierten en un referente para elevar salarios en porcentajes parecidos a los que aumentó el mínimo.
Si mayores salarios mínimos por ley incrementaran los ingresos reales a niveles que permitieran cubrir las necesidades básicas de todos los trabajadores, no habría pobres en el mundo.
Los salarios reales
La única vía para aumentar los salarios reales es crear condiciones sociales para incentivar la oferta de empleos y de la inversión en bienes de capital, que aumenten la producción por hora: la productividad.
El salario mínimo puede ayudar a ganar votos a un candidato entre los trabajadores con bajos salarios, pero la inflación generada por un mayor gasto público para cubrir los aumentos salariales de millones de burócratas vía emisiones monetarias, deuda sin respaldo o aumentos de impuestos, reduce la inversión en maquinaria y la oferta de empleos en el sector productivo.
Mayores salarios mínimos benefician mediáticamente a quienes los proponen, pero reducen oportunidades de empleos para los trabajadores más humildes.
Nació en 1947 en la ciudad de Veracruz. Efectuó estudios de Economía
y Administración en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores
de Monterrey.
Obtuvo el título de abogado en la Escuela Libre de Derecho, donde
ocupó durante dos periodos consecutivos la presidencia de la Sociedad
de Alumnos. Realizó estudios de Administración Pública en la
Universidad de Nueva York. Cursó la especialización en Finanzas
Públicas, maestría y doctorado en la División de Estudios Superiores
de la Facultad de Derecho de la UNAM.
La Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, le otorgó el
doctorado honoris causa en Ciencias Sociales.
Profesor titular por oposición de Teoría Económica en la Facultad de
Derecho de la UNAM. Profesor Titular de Economía Política en la
Escuela Libre de Derecho. Profesor Honorario de la Universidad Francisco
Marroquín.
Editorialista [1] por casi 4 décadas sobre temas económicos y
financieros en varios periódicos y revistas de México, Centro y
Sudamérica.
Es autor de 44 libros [2], de los cuales se han vendido aproximadamente
un millón y medio de ejemplares.
Presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública en la
Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión durante la LVIII
Legislatura.
Director General del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos
(BANOBRAS) durante el periodo de 2013 – 2006.
Fue Presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de
los Usuarios Financieros (CONDUSEF)
Actualmente es Director del Centro de Investigaciones Sobre la Libre
Empresa, A.C [3].
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