“Me separé hace poco más de tres años, y desde entonces solo puedo ver a mi hijo cada dos semanas, justo el tiempo que un señor que no me conoce y que no sabe nada sobre mí, ha plasmado en una sentencia judicial”, comenta Alex, el protagonista de la historia, un policía, escritor y licenciado en derecho de cuarenta años que hacía tres años que se separó de su mujer, y desde entonces lucha por obtener la custodia compartida de su hijo, que le ha sido rechazada una y otra vez.
Desesperado por la situación a la que se enfrenta, a lo que hay que sumar la abusiva cantidad de dinero que le debe dar a su mujer, un hecho que no le permite pagar los gastos corrientes de la casa en la que vive, decide quitarse la vida.
“Hoy será el último día de mi vida”, comenta el padre divorciado quien desde hace tiempo viene pensando en esta idea. “Esta noche, cuando las luces se apaguen y los vecinos del edificio de apartamentos donde vive de alquiler se hayan ido a dormir, abrirá la caja fuerte que hay dentro de su armario, sacará su pistola de la funda, se la pondrá en la sien y apretará el gatillo”.
Con esta realista historia, Trujillo García hace una ruda y veraz reflexión sobre las casi insalvables dificultades de la vida de un hombre, y de las mezquindades, las negociaciones y las claudicaciones que se producen una vez que el amor desaparece.
Editorial Almuzara
Criminólogo (experto universitario en criminalidad y seguridad pública). Perito judicial en el uso de la fuerza y escritor.
He publicado unos 10 relatos cortos en diferentes editoriales, un libro de relatos y una novela: «Asesinos. Crímenes que estremecieron España”.
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