• Manifiesto
  • ¡Únete al Club!
  • Ayúdanos con un donativo
  • Ensayos Políticamente Incorrectos
  • Blog
  • Colabora enviando tu artículo
  • Menu
  • Ir a navegación principal
  • Ir al contenido principal
  • Ir a la barra lateral primaria
  • Ir al pie de página

Before Header

 Facebook    Youtube    Twitter    Instagram   Telegram    Linkedin    RSS

El Club de los Viernes

  • Manifiesto
  • ¡Únete al Club!
  • Ayúdanos con un donativo
  • Ensayos Políticamente Incorrectos
  • Blog
  • Colabora enviando tu artículo

¡QUÉ PAÍS, MIQUELARENA!

24 de agosto de 2020 Por //  by Javier Junceda Dejar un comentario

La sana razón, el sentido común, la capacidad natural para juzgar rectamente o para discernir entre lo bueno y lo malo atraviesan delicados momentos, porque el bien y el mal están dejando de existir. Que un personaje público se pregunte con tonillo de suficiencia si de verdad hay hombres y mujeres, poniendo en solfa una irrefutable diferencia biológica que causa estupor tener que recordar, da pistas sobre lo que digo. Sería interesante invitar a quien así discurre a cualquier yacimiento arqueológico para que compruebe de primera mano el hallazgo de fósiles humanos de uno u otro sexo, aunque sospecho que ni con esas se caerían del burro. O de la burra.

Proliferan hoy estas lumbreras de verbo florido y encantadas de haberse conocido, que no dejan de soltar paridas a diestro y siniestro. Hace días, mientras conversaba en una terraza sobre el pésimo nivel de cierto dirigente, mi interlocutora me espetó: “¡pero si habla muy bien!”. El rasero para medir a los políticos ha quedado reducido a eso, a no dejar de perorar sin tasa, aunque no se diga maldita la cosa o se disparate a discreción. Darle a la húmeda, acompañándola de gestos ensayados hasta la extenuación ante el espejo del gabinete de expertos en imagen que se tenga más a mano es lo que prima, con independencia del mensaje que se pretenda transmitir.

A estos sujetos que carecen de sindéresis no se les puede respetar, afirmaba Gustavo Bueno. Hay que sentarles delante y enseñarles lo que desconocen, pero jamás ponerse a discutir o a dialogar con ellos, porque eso era para él algo impensable. A las críticas por esa peculiar forma de actuar, el recordado filósofo astur-riojano respondía con su característico ingenio: “llámenme fascista o lo que les plazca: yo seré fascista, pero ustedes son unos imbéciles, así quedamos en paz”.

En una ocasión, el gran pensador me reveló con sorna un encuentro casual que había tenido con una vecina en el ascensor. Al preguntarle por su hijo, la señora le respondió: “pues verá, don Gustavo, piensa estudiar derecho porque tiene las ideas muy claras: quiere ser registrador de la propiedad”. Con esa sonrisa suya tan contagiosa, Bueno me confesó al oído: “el chiquillo tendrá las ideas claras, pero pocas, porque a esa edad y sin haber empezado aún la carrera no es posible elegir ese concreto futuro profesional, salvo que su vocación sea la de cobrar el arancel, claro”.

Hasta ahora, los charlatanes no habían tenido más objetivo que hablar y hablar para lanzar al aire solo palabras sin fin, pero no solían meterse en jardines de flores especializados, ni mucho menos aspiraban a guiar los destinos de nadie. En la actualidad sí lo hacen, pontificando presuntuosamente sobre lo que no saben e insistiendo en ejercer como grandes timoneles de navíos, pero sin el titulín sacado.

En estos tiempos tan crepusculares, toda opinión es digna de tenerse en cuenta, aunque se trate de una genuina mamarrachada. Oponer a ese principio que nunca son iguales los pareceres que se sostienen, sino que dependen de lo que se defienda, constituye un severo desafío al pueril ambiente relativista inoculado en nuestra sociedad, ya reconvertido en neto nihilismo, en el que vale lo mismo quien razona con corrección que el que no para de exponer desvaríos recios, aunque los haya tomado prestados del último guasap que ha recibido o de la enésima noticia falsa que le han colocado.

Digámoslo alto y claro: hay personas con criterio y auténticos necios a los que el diccionario permite llamar mastuerzos. Y lo que unos y otros mantienen no puede gozar de idéntico tratamiento, por más que debamos al prójimo una mínima consideración por imperativo moral. El melón dice y hace melonadas. Y el que no lo es suele callar cuando no sabe de algo y sobre todo trata de guardar celosamente su ignorancia de oídos ajenos.

Que tengan que escribirse evidencias tan elementales a estas alturas de la película, resulta sencillamente hilarante. Y que los protagonistas de las majaderías sean los que mandan o esas legiones de sabiondos superficiales que se las dan de enterados, es de aurora boreal. ¡Qué país, Miquelarena, qué país!

Publicado originalmente en El Confidencial Digital

Javier Junceda

Académico Correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Compagina el ejercicio de la abogacía con la docencia del derecho administrativo en universidades de Madrid, Barcelona y Oviedo. Es también el presidente de la Comisión de Español Jurídico de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, con sede en NY.

Archivado en:El Club de los Viernes Etiquetado con:Editoriales y Opinión

Ayúdanos con un donativo

Ayúdanos a defender tus libertades: más actos, más campañas y más publicidad.

€
Seleccionar el método de pago
Información personal

Información de la tarjeta de crédito
Este es un pago encriptado SSL seguro.
Términos y condiciones

La aceptación de cualquier contribución, obsequio o donación queda a discreción de El Club de los Viernes.

El Club de los Viernes no aceptará ningún regalo a menos que pueda usarse o gastarse de manera consistente con el propósito y la misión del Club de los Viernes.

No se aceptará ningún obsequio irrevocable, ya sea de carácter directo o de por vida, si, bajo cualquier circunstancia razonable, el obsequio pondría en peligro la seguridad financiera del donante.

El Club de los Viernes se abstendrá de brindar asesoramiento sobre el impuesto u otro tratamiento de obsequios y alentará a los donantes a buscar orientación de sus propios asesores profesionales para ayudarlos en el proceso de hacer su donación.

El Club de los Viernes aceptará donaciones de efectivo o valores cotizados en bolsa. Los obsequios de servicios en especie serán aceptados a discreción de El Club de los Viernes.

Ciertos otros obsequios, bienes inmuebles, bienes personales, obsequios en especie, valores no líquidos y contribuciones cuyas fuentes no son transparentes o cuyo uso está restringido de alguna manera, deben revisarse antes de la aceptación debido a las obligaciones especiales planteados o responsabilidades que puedan presentar para El Club de los Viernes.

El Club de los Viernes proporcionará reconocimientos a los donantes que cumplan con los requisitos fiscales para los bienes recibidos por la organización benéfica como regalo. Sin embargo, a excepción de los obsequios en efectivo y valores cotizados en bolsa, no se asignará ningún valor a ningún recibo u otra forma de fundamentación de un obsequio recibido por El Club de los Viernes.

El Club de los Viernes respetará la intención del donante en relación con los obsequios con fines restringidos y los relacionados con el deseo de permanecer en el anonimato. Con respecto a las donaciones anónimas, El Club de los Viernes restringirá la información sobre el donante a aquellos miembros del personal que necesiten saberlo.

El Club de los Viernes no compensará, ya sea a través de comisiones, tarifas de búsqueda u otros medios, a ningún tercero por dirigir un regalo o un donante al Club de los Viernes.

Mostrar los términos Ocultar términos

Total de la donación: 30,00€ One Time

{amount} donation plus {fee_amount} to help cover fees.

Tu donación, por pequeña que sea, será bienvenida y será bien utilizada

Publicación anterior: « Cuando Stalin va por dentro
Publicación siguiente: Comida con Emilio León ex portavoz y diputado del grupo parlamentario Podemos Asturias »

Interacciones con los lectores

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Barra lateral primaria

Buscador

Ayúdanos con un donativo

Ayúdanos a defender tus libertades: más actos, más campañas y más publicidad.

€
Seleccionar el método de pago
Información personal

Información de la tarjeta de crédito
Este es un pago encriptado SSL seguro.
Términos y condiciones

La aceptación de cualquier contribución, obsequio o donación queda a discreción de El Club de los Viernes.

El Club de los Viernes no aceptará ningún regalo a menos que pueda usarse o gastarse de manera consistente con el propósito y la misión del Club de los Viernes.

No se aceptará ningún obsequio irrevocable, ya sea de carácter directo o de por vida, si, bajo cualquier circunstancia razonable, el obsequio pondría en peligro la seguridad financiera del donante.

El Club de los Viernes se abstendrá de brindar asesoramiento sobre el impuesto u otro tratamiento de obsequios y alentará a los donantes a buscar orientación de sus propios asesores profesionales para ayudarlos en el proceso de hacer su donación.

El Club de los Viernes aceptará donaciones de efectivo o valores cotizados en bolsa. Los obsequios de servicios en especie serán aceptados a discreción de El Club de los Viernes.

Ciertos otros obsequios, bienes inmuebles, bienes personales, obsequios en especie, valores no líquidos y contribuciones cuyas fuentes no son transparentes o cuyo uso está restringido de alguna manera, deben revisarse antes de la aceptación debido a las obligaciones especiales planteados o responsabilidades que puedan presentar para El Club de los Viernes.

El Club de los Viernes proporcionará reconocimientos a los donantes que cumplan con los requisitos fiscales para los bienes recibidos por la organización benéfica como regalo. Sin embargo, a excepción de los obsequios en efectivo y valores cotizados en bolsa, no se asignará ningún valor a ningún recibo u otra forma de fundamentación de un obsequio recibido por El Club de los Viernes.

El Club de los Viernes respetará la intención del donante en relación con los obsequios con fines restringidos y los relacionados con el deseo de permanecer en el anonimato. Con respecto a las donaciones anónimas, El Club de los Viernes restringirá la información sobre el donante a aquellos miembros del personal que necesiten saberlo.

El Club de los Viernes no compensará, ya sea a través de comisiones, tarifas de búsqueda u otros medios, a ningún tercero por dirigir un regalo o un donante al Club de los Viernes.

Mostrar los términos Ocultar términos

Total de la donación: 30,00€ One Time

{amount} donation plus {fee_amount} to help cover fees.

Tu donación, por pequeña que sea, será bienvenida y será bien utilizada.

Defiéndete

Únete al club y colabora en la lucha por la libertad. Por una peqeña cuota que tú elijas contribuirás a la propagación de las ideas liberales y a la existencia del club.

Hazte voluntario

Sabes que se te da bien muchas cosas... hazte voluntario y desplega todos tus medios por la libertad. ¡Nosotros te ayudamos!.

Footer

Entradas recientes

  • El privilegio de ser mujer – Este 8M no me representa
  • 2020 un año terrible para la Libertad, 2021 un año para Luchar por la Libertad
  • Deconstruir ideologías
  • ESTADO DE DERECHO, CORRUPCIÓN Y CORONAVIRUS EN LA UNIÓN EUROPEA
  • De nuevo, a merced de los vándalos

Síguenos

  • Facebook
  • Instagram
  • LinkedIn
  • RSS
  • Twitter
  • YouTube

Ayúdanos con un donativo

Ayúdanos a defender tus libertades: más actos, más campañas y más publicidad.

€
Seleccionar el método de pago
Información personal

Información de la tarjeta de crédito
Este es un pago encriptado SSL seguro.
Términos y condiciones

La aceptación de cualquier contribución, obsequio o donación queda a discreción de El Club de los Viernes.

El Club de los Viernes no aceptará ningún regalo a menos que pueda usarse o gastarse de manera consistente con el propósito y la misión del Club de los Viernes.

No se aceptará ningún obsequio irrevocable, ya sea de carácter directo o de por vida, si, bajo cualquier circunstancia razonable, el obsequio pondría en peligro la seguridad financiera del donante.

El Club de los Viernes se abstendrá de brindar asesoramiento sobre el impuesto u otro tratamiento de obsequios y alentará a los donantes a buscar orientación de sus propios asesores profesionales para ayudarlos en el proceso de hacer su donación.

El Club de los Viernes aceptará donaciones de efectivo o valores cotizados en bolsa. Los obsequios de servicios en especie serán aceptados a discreción de El Club de los Viernes.

Ciertos otros obsequios, bienes inmuebles, bienes personales, obsequios en especie, valores no líquidos y contribuciones cuyas fuentes no son transparentes o cuyo uso está restringido de alguna manera, deben revisarse antes de la aceptación debido a las obligaciones especiales planteados o responsabilidades que puedan presentar para El Club de los Viernes.

El Club de los Viernes proporcionará reconocimientos a los donantes que cumplan con los requisitos fiscales para los bienes recibidos por la organización benéfica como regalo. Sin embargo, a excepción de los obsequios en efectivo y valores cotizados en bolsa, no se asignará ningún valor a ningún recibo u otra forma de fundamentación de un obsequio recibido por El Club de los Viernes.

El Club de los Viernes respetará la intención del donante en relación con los obsequios con fines restringidos y los relacionados con el deseo de permanecer en el anonimato. Con respecto a las donaciones anónimas, El Club de los Viernes restringirá la información sobre el donante a aquellos miembros del personal que necesiten saberlo.

El Club de los Viernes no compensará, ya sea a través de comisiones, tarifas de búsqueda u otros medios, a ningún tercero por dirigir un regalo o un donante al Club de los Viernes.

Mostrar los términos Ocultar términos

Total de la donación: 30,00€ One Time

{amount} donation plus {fee_amount} to help cover fees.

Tu donación, por pequeña que sea, será bienvenida y será bien utilizada.

Copyright © 2023 · El Club de los Viernes