A lo largo de este artículo vamos a comentar por qué los cuatro elementos mencionados en el título de este artículo (riqueza, trabajo, comercio y mercado) están relacionados entre sí, y por qué no puede existir el uno sin el otro.
La creación de la riqueza
Primero que todo la creación de riqueza, y en general el mundo donde vivimos no es un juego donde la suma es cero, o lo que es lo mismo, si alguien gana, otro tiene que perder.
Pero eso no es así, nos encontramos en un mundo de suma no nula.
A saber, las situaciones de suma no nula son una parte importante de la actividad económica debido a la producción, utilidad marginal y subjetividad del valor.
La mayoría de las situaciones económicas son de suma no nula, ya que se pueden crear, destruir, o asignar bienes y servicios valiosos, y cualquiera de éstos creará una ganancia o pérdida neta.
El comercio es una actividad de suma no nula ya que todas las partes en una transacción voluntaria creen que su situación mejorará tras ella, o si no, no participarían.
Es posible que estén equivocados al creer esto, pero la experiencia sugiere que la gente suele acertar a la hora de juzgar si una transacción les beneficia, y por ello continúan realizándolas a lo largo de sus vidas.
No siempre sucede que todos los participantes se beneficien de igual forma.
Aun así, un intercambio es una situación de suma no nula cada vez que deriva en un beneficio neto, sin importar cómo de desigual sea la distribución de las ganancias.
El trabajo
Lo mismo ocurre con el trabajo.
Desde que comenzó la primera revolución industrial estamos viendo a diversos intelectuales, la totalidad de izquierdas, diciendo que la ocupación de máquinas en la industria desplaza a los trabajadores y los condena a la pobreza, puesto que estos personajes piensan que la cantidad de trabajo ya esta dada y no se puede crear más.
Esto es totalmente falso, desde entonces hasta hoy han ido apareciendo nuevos sectores en la economía a medida que esta aumentaba su riqueza, productividad y valor añadido.
Estos nuevos sectores han demostrado generar más cantidad de trabajo, mejor remunerado y lo mejor del pastel, mayor productividad y menor consumo de los recursos.
Ahora vamos con la relación, toda creación de riqueza no puede ser concebida sin la intervención humana, y esta solo puede darse a través del trabajo.
Puesto que el hombre y la mujer son el recurso mas escaso que existe en la tierra, las fuentes de trabajo deben repartirse, o lo que es lo mismo, dividir el trabajo y que cada cual se especialice en lo que crea que es mas eficiente.
Esta división del trabajo no podría darse de manera efectiva si no es en un mercado libre donde ningún ente pueda extorsionarlo.
A medida que el trabajo se especializa este va aumentando su productividad y su producción (ojo cuidado, no es lo mismo productividad y producción, y producir mas tampoco significa mas productividad) hasta un punto en el que se genera excedente.
El comercio
Con este excedente surge el comercio entre actores económicos, el cual es pieza clave para la creación de riqueza, y como se explica mas arriba, el comercio siempre despertara mayor interés en los agentes económicos que el almacenar la producción excedente, ya que intercambiando este excedente podemos acceder a otros bienes o servicios.
Con este planteamiento sencillo la economía se va desarrollando y cada vez se vuelve mas compleja, demandando mas fuentes de trabajo, en las que el hombre y la mujer se van empleando, saliendo de otras fuentes de trabajo que bien son peor remuneradas, o son trabajos duros.
Aquí es donde entran en escena las máquinas, que no crean ningún tipo de riqueza y solo están para sostener aquellas fuentes de trabajo que no pueden ser ocupadas por humanos, porque repito, es el recurso mas escaso y no puede atender a toda la demanda.
El mercado
El mercado, a través del comercio y los precios, va asignando de manera eficiente los recursos de la economía.
Aquellos sectores donde los precios sean bajos serán mas intensivos en capital y aquellos donde los precios sean estables o tendentes al alza, serán mas intensivos en trabajo, ya que la remuneración sera mayor, y nos dará indicación de que los consumidores demandan aquello que se esta produciendo en aquel sector.
No creo en Dios.
Pero hay algo más poderoso que todos nosotros, una combinación de nuestros esfuerzos.
Una gran cadena de la industria que nos une.
Pero únicamente cuando luchamos en nuestro propio interés la cadena tira de la sociedad en la dirección correcta.
La cadena es demasiado poderosa y demasiado misteriosa para que NINGÚN gobierno la guíe.
Cualquiera que diga lo contrario, o te ha metido la mano en el bolsillo o te ha puesto una pistola a la cabeza.
Nacido en Ubrique (Cádiz), 19 años, estudiante
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