Empeorar
Basta pensar que las cosas no puedan estar peores para que en efecto, empeoren.
A pesar de que el Banco Central de Venezuela no ha emitido hasta el día de hoy una sola cifra oficial de la inflación para 2015, varias instituciones, entre ellas el Fondo Monetario Internacional, concuerdan en que sobrepasó el 200%.
Origen del problema
Implantación del control cambiaria
Si quisiéramos indagar en el origen de esta desgracia solo bastaría retroceder al año 2003 y encontrarnos con la implantación del control cambiario por parte del gobierno de Hugo Chávez.
Esta absurda medida tuvo como consecuencia la mayor corrupción vista en Venezuela, acompañado por la quiebra de más de 77.000 empresas tan solo en el año 2014 (según cifras del Instituto Nacional de Estadística de Venezuela) y una caída de las importaciones de más del 30% en este 2015.
Por supuesto, se puede extraer de todo esto una gravísima escasez en todo tipo de bienes y servicios.
Control del consumo de los bienes
Si ya estas cifras asustan, solo falta escuchar las “medidas” que ha tomado el gobierno para salir corriendo.
Para resolver el problema de la escasez, el gobierno liderado por Nicolás Maduro tuvo la “brillante” idea de utilizar capta-huellas para controlar el consumo de los bienes, es decir, te imponen la cantidad y el día en el que puedes comprar la leche o los pañales para tu bebé, por ejemplo.
Ley de precios justos
Y si ya eso parece bastante absurdo, la “ley de precios justos” es el colmo de lo insensato.
Imponer un precio por debajo del que el comerciante considera necesario para cubrir costes y lograr un beneficio con la finalidad de acabar con la escasez es simplemente estúpido.
“Los precios no se tocan” me dice un profesor en la Universidad, y razón no le falta.
El precio que forzadamente se coloca por debajo del punto de equilibrio entre la curva de la oferta y la curva de la demanda tendrá como resultado exceso de demanda (escasez). Podría considerarse un “efecto cobra”, sin embargo cualquiera que haya entendido economía básica sabrá que esta consecuencia no era imprevista.
Conclusiones
Hay un dicho muy conocido que dice “es de sabios rectificar”, por lo que no es una locura pensar que la sabiduría es lo que falta en los gobernantes de Venezuela. Ya Einstein nos advertía que si queremos resultados distintos, no hay que hacer lo mismo.
Si quisiéramos que la economía mejorase tan solo se tendría que unificar los tipos de cambio (sí, actualmente existen cuatro tipos diferentes de tasa cambiaria) para que en un futuro a corto plazo se proceda a eliminar el control cambiario.
Se tendría que dejar de acosar a las empresas y dejarlas producir, acabar con la tontería del “precio justo” y dejar el populismo bien atrás.
No obstante, Maduro nos quita toda duda sobre sus próximas acciones cuando dice que va a “radicalizar la revolución”. No se ve ninguna posible rectificación en el futuro por lo que se puede esperar lo peor.
La victoria indiscutible de la oposición venezolana en las elecciones de la Asamblea Nacional se puede entender como el primer paso para un viraje radical a las medidas
Estudiante de Administración de Empresas y Marketing en CEU Cardenal Herrera, ubicado en Valencia.
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