El marketing liberal
Una de las pocas cosas en las que cualquier liberal estará de acuerdo es en que el marketing del marxismo y de la socialdemocracia, y por extensión cualquier clase de estatismo, es infinitamente mejor que el marketing liberal.
Miremos atrás, todo lo que ha causado y sigue causando el comunismo y aún hay gente que lo defiende.
Lo mismo se puede decir del fascismo y el nazismo.
Ideologías que han causado no miles sino millones de muertos.
Y es que claro, al liberalismo se le acusa de individualista e incluso de egoísta, mientras el estatismo tiene un aura buenista que enamora a cualquiera.
Sin embargo, creo que los argumentos liberales son mucho mejores y creo que el deber en principio debe de ser conseguir hacer que pique la curiosidad.
Nos ha pasado a todos, todos hemos tenido conversaciones con amigos, familiares etc. intentando explicar las bondades del liberalismo que no han llevado a ningún lado.
Acerca de algo que no es liberal
Cuando se explica que algo no es liberal, hay que empezar a desmontar otro argumento y así hasta el infinito.
Para ello, pienso que los mensajes cortos y cortantes son los que dejan huella.
Cuando hablo de pensiones, se me llama avaricioso.
Contra este argumento, es el estatista el avaro.
Yo personalmente no tendría problema en ceder parte de mi sueldo para la pensión de mi abuelo.
Sin embargo, sé que no quiero vivir a coste de empobrecer a mis hijos o mis nietos.
Cuando hablo de solidaridad, lo tengo muy fácil.
Si necesitas que el estado te cobre impuestos para articular una solidaridad, eres un hipócrita.
Si le transfieres al estado una responsabilidad personal, eres brutalmente hipócrita.
La pobreza energética
Cuando se habla de la pobreza energética, este tema me encanta.
La pobreza energética es culpa del liberalismo, hay que nacionalizar las eléctricas.
¿Cuántos políticos hay en los consejos de administración de las eléctricas?
¿Quién decide parte del precio de la energía?
¿De verdad la pobreza energética se origina en el libre mercado?
La crisis hipotecaria y el libre mercado
La crisis hipotecaria.
Esto sí que fue un error del mercado, ¿verdad?
El germen en España es la ley del suelo de Aznar.
Ya sabemos, aumenta la oferta del suelo y por tanto aumenta el precio.
No, el suelo se reclasificaba a gusto de un político, la hipoteca la daba una caja de ahorros, el tipo de interés lo marca el BCE, el BCE actúa como último prestamista.
En cada una de las fases hay un político, ¿de verdad la crisis inmobiliaria es culpa del libre mercado?
El Ibex 35.
El mercantilismo español
Para esto solo hay que echarle una ojeada al índice bursátil de referencia en España.
¿Cuántas de esas empresas tienen políticos en sus consejos de administración?
¿Cuántas eran públicas (y deficitarias) y se regalaron a amiguetes?
¿Cuántas de ellas viven del gasto público?
Eso se llama mercantilismo no liberalismo.
La democracia en España y la representación del pueblo
La democracia.
En este lado del atlántico como en el otro, cuando gana quien se supone que no representa al pueblo, la democracia falla, el votante se equivoca etc.
¿Qué ocurre?, ¿el estado es legítimo para todo excepto para lo que no me interesa?
Sin embargo, aquellos que le pretenden quitar legitimidad a una persona o a un partido que ha sido el más votado, pretenden que cuando ellos estén en el poder, aumentar su poder sobre las personas.
Si se respetará más al individuo, ¿en qué influiría que ganara Donald Trump o Hillary Clinton, Mariano Rajoy o Pablo Iglesias ?
La gente que vota a Mariano Rajoy es tonta, misógina, vieja etc.
Sin embargo, ¿quieres que cada vez más decisiones personales se tomen en comunidad?
El problema empero es sociológico, el ser humano es un ser social, y desde que alguien se autoerigió en líder de la tribu, los demás solo hemos sido seguidores.
Preferimos seguir a un líder y después alabarle o culparle en lugar de ser dueños de nuestro destino.
Espero que este artículo nos pueda servir de ayuda a todos.
Todos luchamos contra los estatistas y no podemos permitirnos el lujo de dudar.
Diplomado en empresariales y master en auditoría de cuentas. Pluriempleado. Almeriense en Madrid. (Ex) jugador de rugby, nunca se sabe cuándo se puede volver.
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